jueves, 22 de octubre de 2020

YER BLUES

 YER BLUES 

         A mi hermano Daniel 


Antes quería morirme.

A la mañana, quería morirme.

A la tarde, quería morirme.

A la noche, quería morirme.

Quería encontrar un interruptor en mi cabeza,

apagar la luz, las voces,

los pensamientos insidiosos

que me devoran el cerebro

como si fueran gusanos

ensañados con una manzana indefensa.

Dejarme ir,

dejarme arrastrar por una oscuridad

sin espasmos, sin temblores,

de cuerpo presente, de alma  presente.

Dejarme arrastrar por un río

que me lave el yo, me gaste el nombre.

 Que me convierta en un acertijo, al principio,

en un signo de pregunta;

y después, en algo pasó hace mucho tiempo,

algo para olvidar,

un tema incómodo que no se toca

en las fiestas familiares.

 

Quería morirme todo el tiempo,

porque vivir era una carga tan pesada

que no podía llevarla.

Y cuando extendía la mano buscando amor,

era una mendiga a la que le daban vuelta la cara.

 

Pero ahora no quiero morirme.

No.

Ahora quiero vivir hasta el último minuto.

Hasta el último estertor de este infierno llamado humanidad.

Quiero vivir a pesar de todas las cosas sueltas

que hay en mi cabeza

y hacen ruido cuando la apoyo en la almohada.

Quiero vivir aunque me duela.

Quiero ver si hay zombies

o simplemente estornudos multiplicándose

como conejos infecciosos. 

 

Quiero ver cómo termina toda esta mierda.




 Arte: Brenda Reale

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