LUNES 4 AM
Son las 4 AM y no
puedo dormir.
Ninguna novedad.
Siempre estoy
despierta a esta hora.
Sentada en la
cocina, fumando
tratando de
encontrar la punta
del ovillo del
sueño,
envidio al perro
inmóvil
cuyo pecho apenas
se levanta
en un juego de
respiración lenta y suave.
El silencio sería
perfecto
si el tic
tac del reloj
no insistiera en
repetirse.
Me pregunto hacia
dónde me llevan las aguas
de este río
revuelto que no es ganancia para nadie.
Me pregunto qué
sentido tiene
estar enojada con
el mundo
si el mundo sigue
girando ajeno a mis berrinches.
El tiempo no para
(me lo recuerdan el
insistente tic tac
y las pequeñas
arrugas
que una araña
invisible
tejió con
prolijidad alrededor de mis ojos).
Los días vividos se
amontonan
como hojarasca
en las puertas de
este cuerpo
expatriado de la
primavera.
Hoy, de madrugada todo
parece más claro.
Más preciso, más
contundente.
La soledad se hincha
como el estómago de
un rico
que devoró su
ración y la de alguien más.
Alguien más que se
murió de hambre
con los ojos
saltones y las manos
extendidas hacia lo
imposible.
Me pregunto si
escribir tiene sentido
en este mundo donde
las palabras se repiten tanto
que acaban por
vaciarse de significado.
Me pregunto cuánto
hace que noté
el acecho del tic
tac,
cuánto hace que las
arañas tejen sus sentencias,
cuánto hace que me
como la ración de otro
que se muere
sin que yo deje de
dar vueltas sobre mi ombligo.
Me pregunto cuándo
empecé a envejecer.
Cuánto hace
que nadie me besa
en la boca.
Arte: "Insomnia", Nadia Anna Crosignani
Siempre es un placer pasar por acá y leerte.
ResponderBorrarMuchas gracias!
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