jueves, 29 de febrero de 2024

CICLO LITERARIO ATENEA (Creaciones artísticas y literarias)


 #DelOesteArt y Sociedad de Escritores de la Provincia de Bs As (Filial Chivilcoy)

📌¡AGENDAR! - Comienzan los encuentros -
Ciclo literario "Atenea"
(creaciones artísticas y literarias)
3 / 3/ 24 - 19:00hs
🔸(El encuentro es de entrada libre, quien desee acompañarnos, los/ as esperamos)
📖Escritora invitada Raquel Graciela Fernández, acompañan las escritoras Zulma Zubillaga y Elena Isabel Garritani, en el cierre de las lecturas.
🎨📸Conmemorando el mes de la mujer estarán presentes con su arte las artistas plásticas Lucía Jaureguiberry, Natalia Caprani y las fotógrafas Alicia Dolheguy, Elsa Bazzano, también nos acompañarán con sus lecturas Mirta Venezia, María Del Pilar Mastrantonio, Gustavo M. Arredondo y Mauricio Cappiello, quienes realizaron escritos sobre las obras expuestas.
📌Momentos de lecturas de todos/as los/as presentes (hasta quince participantes)
📌Sorteo de libros
☑️Coordinan César H Suárez - Mauricio Cappiello
☑️Auspicia Ediciones El Mono Armado


lunes, 26 de febrero de 2024

ÉL


 ÉL



Él pasó entre mis piernas. 

Él descorrió las ajadas cortinas de mi corazón 

y recogió 

con su boca de arena 

mis islas cautelosas y las piedras de mis costados. 

Apadrinó mi ternura, 

cayó 

como una moneda gozosa 

en la húmeda ranura de mi cuerpo. 


Él desangró los soles, 

desvalijó todos los juramentos. 

Él me empujó fuera 

del nido anterior, del nido antiguo, 

estranguló mis voces 

con las hebras de una golondrina  hecha  espera. 



No quiero morir sin explicar 

este rojo escozor, 

este camino extraviado 

en el  narcótico olor de una amapola. 


Él fue la droga fumada en silencio 

al costado del abismo, 

la niebla verde que enturbió mi ojo 

hasta deshacerlo en llanto. 


Un hocico de sombra 

se deslizó como un presagio helado 

por mi espinazo 

cuando él dobló mi rostro prolijamente 

y lo ocultó como un pecado breve 

debajo de la lengua de los campanarios. 


Él ofreció mi cabeza

a un golpe de viento. 

Él dibujó una cruz de saliva 

en el círculo perfecto de mi ombligo. 

Agravió la alfombra de mi cuerpo 

extendida a sus pies.

Él fue el aliento delirante, 

la canción inconclusa, 

la mano que desató la hoguera. 


No quiero morir sin explicar 

esta rojo terror, 

este dolor de evocarlo 

rodeado de mis poemas, 

de estas pequeñas bestias cenicientas 

que le lamen las manos. 

Rodeado de mis palabras. 


Sin mí.




sábado, 24 de febrero de 2024

LA ESTACIÓN


 LA ESTACIÓN




Sucede que yo

me subí a un tren que no era el mío

y desemboqué en una estación extraña

donde tres o cuatro tipos muertos

me miraban de reojo,

mientras hundían sus bocas rotas

en la espesura del vino.



Sucede que yo

me acerqué a preguntarles

para qué lado quedaba el verano

y el más muerto de todos

-el más borracho-

me dijo que el verano no existía

y que más valía ahogarse en vino

que en lágrimas.



Sucede que yo

pedí disculpas torpemente

a esta siniestra rosa de los vientos

de carne vencida

-que, además, estaba en huelga-

y me senté en el andén

a esperar que el sol se diera por aludido,

de una vez por todas,

y dejara de llover.



Sucede que yo

terminé tan borracha

como esos tres o cuatro tipos muertos,

asustando a las muchachitas idiotas

que se suben a trenes equivocados

y corren detrás de hombres que nunca

-nunca, nunca, nunca-

saben cantar.



“El amor no existe, nena.

Y más vale ahogarse en vino

que en suspiros”,

suelo decirles con mi voz alcohólica

a las mujeres con vocación de manzana

que se arrojan a los pies de un macho atroz

y ahí se pudren,

como si nada.



Sé que las estoy condenando

a quedarse detenidas para siempre

en la estación de los desengañados.



Pero, la verdad,

me encanta lo que hago.








Arte: 33Domy

jueves, 22 de febrero de 2024

AMOR COMO CAMINO



Mención de Honor JULIETA LANTERI, Programa Violencia CERO y Centro de Fortalecimiento Familiar  JULIETA LANTERI (2024)

martes, 20 de febrero de 2024

LAS ZAPATILLAS ROJAS


 LAS ZAPATILLAS ROJAS

"Estoy en el centro
de una ciudad muerta
y me anudo las zapatillas rojas...
No son mías.
Son de mi madre.
Y de su madre.”
Anne Sexton, "Las zapatillas rojas"


 Ahora, vas a ser buenita.
Ahora te vas a poner estas zapatillas rojas
y vas a bailar al ritmo que te marquen los otros.
No,
las zapatillas que te hiciste vos no sirven:
no son lo suficientemente lindas
ni lo suficientemente elegantes.
Las costuras se ven  desprolijas
-nunca aprendiste ni a coser ni a bordar:
no  te encapriches en usar esas zapatillas hechas a mano;
no te encapriches en cantarle las cuarenta a mamá,
y a la abuela, y a la bis, y a la tátara,
y a todas las mujeres que te hicieron la sangre-.  


Ahora vas a ser buenita.
Ahora vas a dejar a un lado tus poemas
y tus sueños de poner el mundo patas para arriba
y te vas a ocupar de sonreír
y de limpiar las telarañas del techo
-no importa que se acumulen telarañas en el alma:
las telarañas del alma no se ven;
si no se ven, no existen;
si no existen, no pueden joder a nadie;
ni siquiera a vos, chiquita-.  


Hacé un esfuerzo por encajar
en este pueblo de calles desiertas
y señoras que querían ser cantantes de ópera
y se conformaron con plantar petunias
cuando llega la primavera.
Hacé un esfuerzo por sentar cabeza,
de una vez por todas.


Ahora, vas a ser buenita.
Ahora te vas a poner estas zapatillas rojas
y vas a bailar.
Y cuando llegues a la casa del verdugo
y te corte los pies,
te vas a acordar de todas ellas:
las ilustres tullidas de tu árbol genealógico.
Las que no querían bailar, pero bailaron.
Las que tampoco supieron cómo defender
sus zapatillas hechas a mano,

pobrecitas.