La poesía, que emerge del silencio y es el
silencio (todo eso que se calla cuando se dice), es en “Invenciones a
dos voces”, de Eugenio Polisky, una llave airosa que abre las puertas de
una casa de palabras donde cada texto oficia como refugio y como salvoconducto.
El autor cristaliza en sus poemas, el amparo del nido y el don del
vuelo. Nos ilumina y nos ciega (nos propone temblar frente a la luz,
redescubrirla, convertir nuestra mirada en un escalpelo minucioso o en el
diligente pico de un pájaro, y trabajar para encontrar lo profundo y lo
trascendente debajo de la aparente sencillez de las palabras). Nos toca en lo
que es y en lo que fue, ondea nuestra memoria hasta convertirla en la
melancólica bandera a media asta de Paul Celan.
Eugenio Polisky nos ofrece en “Invenciones a dos voces”, además de una cuota invaluable de belleza, el compromiso y la seriedad indispensables para que el autor se convierta en referente dentro del panorama de la poesía argentina contemporánea.
Eugenio Polisky nos ofrece en “Invenciones a dos voces”, además de una cuota invaluable de belleza, el compromiso y la seriedad indispensables para que el autor se convierta en referente dentro del panorama de la poesía argentina contemporánea.
Raquel G. Fernández
No hay comentarios.:
Publicar un comentario