jueves, 5 de noviembre de 2020

LOS MILAGROS EXISTEN


LOS MILAGROS EXISTEN

 

"Los milagros existen",

me dice mi amiga tratando de convencerme

de que no me tire al vacío

desde el techo del placard

(nunca me tiré desde el techo del placard

con fines eróticos

y ahora, después de correr covenientemente

la cama contra la pared,

estoy intentando el suicidio más ridículo del mundo).

"Los milagros existen,

hay ángelitos como los de las canciones de ABBA

revoloteando a tu alrededor todo el tiempo,

no los ves porque estás así,

o empastillada o desempastillada y rompiendo cosas,

con esa ira destructiva que no te hace bien".

"No los veo porque odio a ABBA",

le grito a la pobre,

que sólo intenta ayudar.

 

Y sigo amenazando con tirarme.

"Los milagros existen", repite ella.

“Todo se va a arreglar, todo se arregla".

"No, no, no,

acá no se arregla nada", aúllo.

"Y voy a tener que dar un montón de explicaciones

que no tengo ganas de dar".

 

Mi hijo asoma la cabeza.

por la puerta entreabierta del dormitorio

y me dice con esa lógica fastidiosa que heredó del padre,

junto con los ojos verdes

y el aburrido carnet de socio vitalicio

del club de fans de admiradores

de los documentales de la Segunda Guerra Mundial:

"A la gente no le importan tus explicaciones, mamá;

no sos el ombligo del ombligo del ombligo,

fijate que nadie se percató

de que cambiaste tu estado de Facebook de 'casada' a 'soltera',

bajate que te vas a romper una pierna".

 

Cuando al fin me convencen de bajar,

me doy un buen baño de inmersión

y me voy hasta el almacén

a comprar 100 de jamón y 100 de queso.

Porque yo, queridos, no cocino más.

La sorpresa que me llevo cuando, sobre el mostrador,

veo unas diminutas cajas amarillas y anaranjadas,

que reconozco enseguida,

me hace caer en la cuenta

de lo estúpido que es dejar que sean los otros

los que manejen los hilos de mi felicidad.

"¿Todavía hay corazoncitos Dorins?",

pregunto ilusionada y odiando un poco menos a ABBA.

 

Al final mi amiga tenía razón:

los milagros existen.


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