jueves, 7 de enero de 2021

GLENN CLOSE / MARQUESA DE MERTEUIL


GLENN CLOSE / MARQUESA DE MERTEUIL

 

Me quito el maquillaje de la cara

y me siento como Glenn Close

metida en la piel de la Marquesa de Merteuil

en la escena final de "Relaciones peligrosas".

Nunca fui tan mala, es cierto.

No me dió el piné.

Más bien fui la chica te ayudo, te escucho, te presto.

Sin embargo, me siento como Glenn Close

(como la Marquesa de Merteuil):

como si el mundo hubiese descubierto que soy un fraude,

que cada palabra que escribí era una mentira,

el revés de otra,

un nudo escondido con torpeza

en el lado defectuoso del tapiz del poema.

Fallas, imperfecciones,

tonterías de ama de casa que intentó poetizar

simplemente porque no sabe descorchar botellas.

 

Me paso la toallita demaquilladora por la cara

y soy Glenn Close

(la Marquesa de Merteuil),

el mundo entero me abuchea, 

y hay algo en mis ojos que asustaría al mismísimo demonio

(si existiera, si no fuera un tumor que llevamos dentro,

una masa anómala que crece

con cada velita de cumpleaños soplada).

 

Me paso la toallita demaquilladora por la cara

y me borro hasta la sonrisa.

 

Soy Glenn Close

(la Marquesa de Merteuil).

No tengo motivos para sonreírle a nadie.

 

Ni siquiera a mí misma.




Glenn Close, fotograma de la película "Dangerous Liaisons" ("Relaciones peligrosas"), Stephen Frears (1989)


No hay comentarios.:

Publicar un comentario