PERFECTAMENTE TRISTE
“But I, with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.”
Walt Whitman
Ayer fue un día triste.
Un día perfectamente triste.
Había un perro muerto en las vías del tren.
Se suicidó Robin Williams.
Ya sé:
los perros se mueren,
la gente se muere.
Todo el tiempo.
Con el mismo espanto.
Con la misma urgencia.
(El espanto estaba en los ojos del perro,
¿sabés?
Ojos abiertos.
La urgencia
en los pies fríos de un niño anciano que no pudo tragarse
su poción de insomnio.
En su primavera extraviada).
Ayer todo el mundo citó a Whitman
(¡Oh, Capitán! ¡Mi
Capitán!)
y casi todo el mundo lloró un poco
(por Robin porque el perro, la verdad,
no le importaba a nadie).
Yo lloré por los dos
(quizás Robin tenía también los ojos
abiertos
y tampoco entendió
cómo el mundo podía convertirse, de
pronto,
en un enjambre de metal y ruido).
Hoy es un día triste.
Un día perfectamente triste.
No recuerdo la cara de Robin Williams.
Si me esfuerzo en recordarla sólo veo
al perro muerto en las vías del tren.
(Quién sabe que vería hoy,
un día perfectamente triste,
si tuviera el coraje
de plantarme frente a un espejo).
Simplemente....MARAVILLOSO!!!!
ResponderBorrarGracias, Claudia! Amor y sanación infinitos para su alma.
BorrarEs esperanzador encontrar poesías sobre la realidad. Robin y tantos otros, se habrá visto en un momento dado, en un círculo en el que se ha ido colando poco a poco, y del que ya no ha podido salir.
ResponderBorrarEl perro de las vías, u la perra preñada que anoche su dueño tiro desde una verja a varios metros del suelo, suelen ser víctimas de las realidades frustradas del ser humano.
Gracias Raquel por este testimonio real, con tus letras.
Muchísimas gracias a vos, Ana por tu comentario tan generoso. Un abrazo enorme.
Borrarqué bello homenaje le has hecho Raquel
ResponderBorrarfelicitaciones
un poema evocador de sus cintas y sus personajes tan bien logrados
besitos y buena jornada
Gracias, querida amiga! Muchos cariños!
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