NUNCA TENDREMOS PARÍS
“El dolor, se dice callando.”
Eduardo Galeano
Nunca tendremos París.
No hubo un vestido azul
ni una promesa,
y aunque el mundo también se derrumbaba
-se viene derrumbando desde siempre,
desde que Dios optó por distraerse
enumerando estrellas-
no supimos amarnos.
Nunca tendremos París,
pero yo tengo el llanto,
la hembra que me habita y que suicido
ayunando tu piel cada mañana,
las ojeras colgadas del espejo,
el tabaco escociéndome la boca
y esta tristeza dulce que no puedo
explicar con palabras.
Nunca tendremos París,
pero yo me emborracho por la tarde
cada viernes de mayo,
cuando se rompe el viento
y no consigo
soportar el otoño
y le retuerzo el cuello displicente
a mi ángel de la guarda
y escribo algunos versos anodinos,
y callo, siempre callo,
porque el dolor se dice con silencio
y el lenguaje
no sabe de cielos de París,
de vestidos azules y promesas,
ni de recuerdos que jamás tendremos.
Arte: "Lovers in Paris", Leonid Afremov
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