viernes, 15 de mayo de 2020

TALLER LITERARIO ALEJANDRA PIZARNIK / PRODUCCIONES 7° ENCUENTRO VIRTUAL I - COORDINA: DANIEL RUIZ RUBINI



TALLER LITERARIO 

“ALEJANDRA PIZARNIK”



"La invisibilizacion de la pobreza" de Kevin Lee 


PRODUCCIONES DE NUESTRO SÉPTIMO ENCUENTRO VIRTUAL I

PALABRAS INICIALES

 
En nuestro séptimo encuentro virtual trabajamos a partir de la obra poética de Raquel Graciela Fernández.
Esta escritora, contemporánea, nació en Avellaneda. Recibió más de cien premios nacionales por su actividad poética, otorgados por prestigiosas instituciones. A estos logros se le suman otros obtenidos en España, Estados Unidos, Italia, Chile y Perú.
Es autora de los poemarios: Ojos que miran el cielo; Revelaciones; Todos los hombres que me amaron; Hermano; La antigua enfermedad del otoño; Cierta condición nocturna; Como nosotros(cuadernillo); Once upon a time (bilingüe castellano/italiano); Interrumpidas; Pretty in Pink; Goodbye, Norma Jeane; Un rayo a tiempo y Enaguas de encaje rotas.
La forma que elige nuestra autora es fundamentalmente la poesía, es decir una escritura en versos que tienen ritmo o sonoridad, aunque no se ajustan a los cánones de rima y métrica de la poesía clásica, sino que transgreden toda esa estructura formal como hace habitualmente la poesía de vanguardia.
Sabemos que Raquel es poeta. Ahora, ¿lo que escribe pertenece al género lírico? En principio, sí, dado que pone en juego toda su subjetividad y nos manifiesta emociones, sentimientos y vivencias propias de ese género. Pero muchas de sus poesías son narrativas porque cuentan una anécdota, un hecho real y cotidiano: aunque esa narración siempre se subordina a lo lírico, ya sea por el uso del lenguaje, por los recursos que emplea, por la manera en que se sirve del relato para llegar a otra cosa.
Raquel construye un yo lírico que se manifiesta con un lenguaje que innova la poesía tradicional, es decir que utiliza palabras que no son frecuentes en la poesía y no emplea palabras o construcciones clásicas. Esta manera de enfocar sus poemas le otorgan mucha fuerza a lo que dice y a cómo lo dice. Además recurre a temas y a cuestiones de nuestro tiempo de tal manera que emplea los recursos líricos de una manera prácticamente argumentativa. La poeta transmite, refuta y defiende ideas. Los hechos, las anécdotas, las situaciones cotidianas, los recuerdos, las vivencias, las emociones le sirven para poner en juego valores que defiende y antivalores que defenestra., como iremos viendo a lo largo de sus versos.
De esta forma se manifiesta en contra de los prejuicios en todas sus formas, del racismo, de la homofobia, de ciertas maneras de entender el feminismo, de la prostitución, de la violencia de género, de las pequeñas y grandes miserias de la sociedad y del hombre. Para hacerlo, todo material es posible: desde los personajes de Hollywood hasta algunas muchachas de su barrio, desde la visita a la madre en plena cuarentena por el coronavirus hasta la prostitución o la trata de mujeres, desde el amor hasta la profanación y la violencia.
A partir de los poemas de Raquel Graciela Fernández, cada uno de nosotros produjo sus propios textos, que dialogan con los de la autora e instauran un nuevo universo de palabras.

Daniel Ruiz Rubini (Coordinador)



Carina Andriolo



La última oportunidad

Teresa rescataba perros callejeros, o quizás ellos la rescataban. Es que a sus cuarenta y tantos años, con los primeros surcos que atravesaban su rostro y con un peso que excedía lo "normal", sabía que ya no pasaría ningún tren.
No se imaginó que la última vez que la invitaron a salir, sería efectivamente la última. De haberlo supuesto, seguramente hubiese aceptado -suele pensar - y quién sabe, hoy tal vez tendría hijos. No le importa tanto tener marido ¡para qué! ¡No nació para cuidar braguetas!
Prefiere cuidar perros que son fieles y cariñosos, se hablaba y contestaba.
Pero claro, quién no sería fiel y cariñoso con casa, comida y atenciones. Los perros no son fieles porque sí. Los perros no piensan. Los perros no le retribuyen el amor y los cuidados que ella les prodiga. Se fue a dormir con ese pensamiento.
En medio de la noche, sintió un aliento cerca de su oreja y gruñidos a su alrededor. Uno a uno, los perros se subieron a la cama y comenzaron a atacarla, mordisqueando todo su cuerpo. Aunque trataba de protegerse con los brazos y manos, les gritaba y llamaba por sus nombres, eran bestias embravecidas masticando su carne, chorreando baba y sangre de sus dientes afilados.
Tratando de apartar a los rabiosos caninos, giró bruscamente, cayó al suelo. Entonces se despertó.


Arte: "Rabid dog in the yard", Laurel Hausler



Élida Noemí Cantarella





La peste importada 

“En el hombre hay más cosas dignas 
de admiración que de desprecio”
Albert Camus 


En ese hervidero 
de laberínticos pasajes
- extraña geometría 
de ángulos y curvas 
extraña geografía
en un amasijo
de chapa y cartón
- un invisible forastero 
se pasea con garfios
lo arrastran en las sombras 
y en un tugurio oscuro
se hace fuerte y resistente.Resiste
como el Yony, como la Elwis
resiste como el caldo de gallina 
la cumbia villera el dengue
la cuca que se asoma 
desde un resumidero
- todos autóctonos 
latinoamericanos -
nacidos en suburbios
de aguas infectadas 
asisten con estupor
a la entrada de un bicho
que viene de lejos
que bajó de los aviones 
que no fueron ellos
quienes lo trajeron
ni le dieron la bienvenida.

Los choriplaneros 
los villeros
los negros de mierda 
ahora son el blanco 
de hordas salvajes.





Marginados

"Sus ombligos son heridas sin patria
que no sanarán nunca” 
Raquel G. Fernández

 Con ese andar errante
de sombra entre las sombras 
en calles impiadosas
y rostros que caminan sin ver 
se zambullen ellos
peregrinos de una suerte esquiva 
con caras
lavadas por el hollín 
sucias de dolor
con el viento 
tajeándoles la piel
vagabundean sin destino.

- Analfabetos o sin letras del alfabeto 
sólo un número
que no califica
peones en el ajedrez 
“de a pie” en Latín 
soldados en el ejército 
vulnerables en soledad 
temibles en el remate
hartos de que las otras piezas 
los miren con desdén - 

Asalariados en los basurales 
( posibles infectados )
desnudan los harapos
para que el sol nutra sus huesos.

- Jamás escalarán la tarima
y cuando el tiempo los haya deshojado 
serán carne de subasta
en el casillero de un cruel tanteador -


Arte: "La familia de Juanito Laguna", Antonio Berni



Para Alejandra



“Los que te arropan con sus flores rotas,
sus nidos de tierra antigua, 
sus gusanos traslucidos, sus hormigas”
Raquel G. Fernández

I

Cómo abrigar a la niña
si la escarcha traspasa el corazón
si niega la rosa en el rosal
y se marchita en su agonía. 
Cómo despertar su alma ciega 
si cabalga las borrascas
si con la espina enzarza la hoguera y su mirada se vela con cenizas.
Cómo anclar sus alas
si la seduce la losa del abismo
si su verso es el campanario de la muerte 
y enjaula los bramidos de la luz.
Cómo hacerle saber
que el paraíso se cultiva en la tierra 
que no habrá ángeles ni regresos
y que el mejor poema se escribe 
con tinta salobre de la piel.


ll


Este nombre que se oculta 
Buma repite mi madre
y esta manía esta costumbre 
de mirar el espejode mi hermana,
ella hermosa como una espiga 
yo, la que tartamudea
con accesos de asma 
la rebelde
la que ilumina 
con sombras
el camino de la libertad 
la que transgrede
los versos y la vida
la que se deja seducir 
por las pastillitas
la que se enfervoriza con alcohol 
y escribe
con la sangre
el mejor poema.



III

 “Señor 
la jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas”
Alejandra Pizarnik

 Madre
qué haremos con la esperanza 
si la cruz se vuelve hombre
si los clavos perforan 
la luz de las tinieblas
si hay astillas que lastiman 
la epidermis de la gente
si el miedo de mi voz 
desnuda los fantasmas
si la cruz se vuelve hombre 
y se revuelca en el foso
si la Magdalena no llora 
ni cura las heridas
si la madera no resiste 
la ascensión
y resucita con el paño 
que protege los cerrojos.

Madre
qué haremos con la esperanza 
si la cruz se vuelve hombre.




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