CONTRACORRIENTE
Estás dormido y te miro,
te miro en la oscuridad,
te veo como cuando te conocí,
el traje impecable,
la corbata violeta,
la alianza de boda.
Yo fui la chica que se saltaba las reglas
cuando a las chicas se nos exigía ser correctas
-rebel rebel,
el vestido rasgado y la cara hecha un lío,
atajando los ramos de novia de las amigas
que hacían buena letra-.
Estoy enamorada y punto,
lo siento por ella
-en realidad no lo sentía,
ni un poquito,
lo sentía por mí que los sábados a la noche te extrañaba
y los domingos jugaba a la hija ejemplar
comiendo ravioles con mamá y los chicos
y te odiaba un poco hasta el lunes y la copa de vino,
y la boca crecida en la marea vertical de mi espalda-.
Te miro, nos miro,
nos veo,
me veo
tan instalada en este amor doméstico.
Todas mis amigas se divorciaron
y ahora,
con medio mundo saltándose las reglas,
yo voy al supermercado chino y riego las plantas,
y lo siento por ella, que se le murió el perro,
algún día tendría que pedirle disculpas.
Severino la contra me decía mi papá.
Creo que nunca nadie me definió tan bien.
Arte: Jordi Labanda
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