GOLPE DE CALOR
El sol se escurre entre mis labios.
Debajo de mi lengua un volcán ascendente
reclama el zarpazo de tus jugos
(sed intensa y sequedad en la boca).
Sediciosos pecados de luz
me azotan con sus fusta de estrellas.
Dentro de mí hay un pájaro preso,
un aleteo que me apura los sentidos
(temperatura mayor a 39º C).
Ardo como una santa o una puta
en una hoguera que tiene tu nombre.
También yo tengo un Señor
que me administra,
una mano de brasas deliciosas
que me camina el cuerpo.
Paraíso o Infierno es indistinto.
Me encaramo
en la columna más alta del fuego
(piel seca, sensación de calor
sofocante).
Tu olor asalta la quietud
de mis fosas nasales.
Te respiro dificultosamente.
Hiperventilo tus ferocidades.
Inhalo y exhalo la salmuera exquisita de tu espalda.
Un temblor de jardines tropicales
socava mis magias y mis lunas
(agitación, agotamiento, cansancio o
debilidad).
Me deshago en ingentes humedades.
Fluyo hacia tu orilla con los ojos plateados
como una dulce hija del océano
(sudoración excesiva).
Mi razón cabalga hasta tu centro y ya no es,
clausura su abecedario de rosas,
su voluntad de enhebrar palabras para decir el mundo
(vértigo, mareos
o desmayos).
Escribo poemitas calientes
como las chicas que quieren muchos “Me gusta” en Facebook,
piernas abiertas de Venus
atrapamoscas,
escotes generosos como balcones shakesperianos
y todo el Photoshop
que haga falta.
“Sedúceme,
tómame,
revuélcame,
reviéntame”
(estado de confusión, desorientación, delirio e incluso coma o convulsiones).
Arte: "Anne '88", John Kacere
No hay comentarios.:
Publicar un comentario