ROSANA
Extendimos mil veces el mapa de los años
y marcamos la ruta.
Así iba a ser nuestro camino:
un panal, una fiesta.
Y por fin el reposo,
la cosecha cumplida.
Entonces era el tiempo de volar
sobre cruces y crucificados.
La muerte pasaba sin tocarnos.
Y eras tan hermosa.
Legible en el rumor de tus pestañas.
Azul de transparencia.
Entonces hacíamos recuerdos.
Ahora recordamos.
Yo no sé cuántas veces soñó el viento
con despeinar tus manos.
Yo no sé cuánta sed hubo en tus pasos.
Las mariposas también tiemblan de sed
y no se cansan de escribir el verano.
Extendimos mil veces el mapa de los años
Extendimos mil veces el mapa de los años
y marcamos la ruta.
Así iba a ser nuestro camino:
un panal, una fiesta.
Y por fin el reposo,
la cosecha cumplida.
Entonces era el tiempo de volar
sobre cruces y crucificados.
La muerte pasaba sin tocarnos.
Y eras tan hermosa.
Legible en el rumor de tus pestañas.
Azul de transparencia.
Entonces hacíamos recuerdos.
Ahora recordamos.
Yo no sé cuántas veces soñó el viento
con despeinar tus manos.
Yo no sé cuánta sed hubo en tus pasos.
Las mariposas también tiemblan de sed
y no se cansan de escribir el verano.
Extendimos mil veces el mapa de los años
y marcamos la ruta.
El diagrama del tiempo
se pronunció con lágrimas,
con cerrojos sin puertas,
con algunas cosechas malogradas.
Pero seguís hermosa.
Legible, azul de transparencia.
Sin el sabor acongojado de la lluvia.
Con la imprudencia casi milagrosa
de llamarme mi hermana.
El diagrama del tiempo
se pronunció con lágrimas,
con cerrojos sin puertas,
con algunas cosechas malogradas.
Pero seguís hermosa.
Legible, azul de transparencia.
Sin el sabor acongojado de la lluvia.
Con la imprudencia casi milagrosa
de llamarme mi hermana.
Arte:
Carmen Keys-Medlin
Poema publicado en la Antología Poética "Siete versos, un lírico", Editorial 3+1 (2011)
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