VACACIONES
Maleta de piel de
pájaro no.
Yo no soy Alejandra.
Ni siquiera maleta:
valija.
Valija polvorienta,
pedestre,
desquiciada.
En invierno
la archivo debajo de
mi cama.
Cohabita con pelusas,
cabellos
desahuciados
y algunos papeles
sanguinarios
como las gaviotas de
Hitchcock.
En verano
la lleno de preguntas
o de premoniciones.
Meter en una valija
mi humanidad
cansada
es una empresa ardua.
Sin embargo, lo
intento.
Las piernas se
resisten
a dejar el reducto
imposible de tu cuerpo.
Los ojos se me
escapan.
Sin piernas y sin
ojos
(sin corazón, a
veces)
corrijo la ruta del
deseo,
suspendo el extravío
de las apariciones.
Acomodo tu espectro,
sin violencia,
en un ataúd de arena.
Y espero
que se cumpla el
temor
y otro extraño golpee
mi puerta.
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