martes, 20 de enero de 2009

...Y EL VIENTO, ¡AL FIN!, SE LLEVÓ TODO


...Y EL VIENTO, ¡AL FIN!, SE LLEVÓ TODO



Hasta hace poco tiempo

me preguntaba

cuánto del olor satisfecho de mi pubis

había quedado tatuado en la maraña de tus dedos,

cuánto te había quedado

de la ramera dulce

que hacía pie en el grito

para no hundirse

en el oleaje voraz de tus piernas.



Hasta hace poco tiempo

me preguntaba

cuántos de mis tontos poemas de amor recordarías,

cuánto recordarías

de la niñita que abrió demasiadas puertas,

y escaló demasiados muros,

y voló siempre a contramano,

como un pájaro extraviado remontándose

al origen incierto del otoño.



Hasta hace poco tiempo

me preguntaba

cómo sería ella,

si sus manos serían arrugadas y chiquitas como las mías,

y sus pies, locos pies calzando siempre

zapatillas rojas de baile,

y su cuerpo, un pentagrama alucinado

donde plasmar tus mejores notas.



Hasta hace poco tiempo

me preguntaba

si serías feliz.



Pero hoy …

 


Frankly, my dear, I don't give a damn.



 Arte: "Killing Time", Sas Christian


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