CANCIÓN DEL PRISIONERO “Quizás no hubiera demasiada diferencia entre tú y yo si mostráramos nuestros sueños”. John Lennon Mírame, desde el oscuro hueco donde agoniza inerme mi cordura, donde se oxida mi voz en el gemido como la carne de una fruta dulce herida por los picos voraces de los pájaros, donde se pudre mi fe atravesada por cruces invertidas y se alzan en mi piel desangelada las góticas catedrales del terror, desde este pozo sórdido manchado de heces y de miedo reclamo tu mirada. Mírame, yo soy igual a ti: tengo dos ojos para beberme el mundo circundante y un mismo corazón donde la vida estalla en el latido jubiloso, detrás de estas cenizas que me cubren, de estas ojeras cárdenas, de la sangre agazapada y de la herida, de la boca reseca, detrás de las cadenas que me impones, y del libre albedrío que me arrancas, yo soy un hombre como tantos, yo soy un hombre como todos. Mírame, ¿en nombre de qué Dios o de qué causa, en nombre de qué descabellada idea has abrazado la ceguera imperdonable y te has privado de la dicha primigenia de poder reconocer en cada hombre a un hermano?
Arte: Fernando Botero
1º Premio Medalla de Plata Poesía – “Certamen Literario Nacional María del Pilar Felizar” – Biblioteca pública “Mariano Moreno”, Círculo Literario José Pedroni,San Justo, Santa Fe (2006)
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