JULIETA
Hubo un balcón,
florado,
desflorado,
un hilo de noche saliendo de la boca,
mientras las cinco puntas de una estrella
le nadaban el rostro.
La doncella pálida entendía
la piel de las palabras.
Desdoblaba las manos
para tocar el perfil de una promesa
que le dolía
-tanto-
entre las piernas.
Él iba y venía,
hablaba del nombre de la rosa,
de un silencio cualquiera.
Él se juraba vaina de la espada,
pero ella fue la sangre
cuando aquel beso de rumbo equivocado
le puso la muerte entre los labios.
Arte: Gustav Klimt
Del poemario "Once Upon A Time" (2014)

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