SALTOS AL VACÍO
I - PEG, EL BOULEVARD DE LOS SUEÑOS ROTOS
La suicida busca
su camino de regreso
(regreso al agua natal,
al útero que tiembla cuando el amor lo golpea
con su suave látigo de lilas).
Busca descalzarse las calles
que desembocaron en la nada.
Arrancarse de los días
el dudoso lujo
de haber malventilado sus partes íntimas.
de haber malventilado sus partes íntimas.
Entonces
arroja su cuerpo a los perros del aire
y sus dentelladas son tan dulces, tan dulces,
que la carne germina en una estampida de jazmines.
(Jazmines que se pudren cuando tocan el suelo
y el silencio se seca,
y la sangre todavía pregunta
por el camino regreso).
por el camino regreso).
II - DOROTH Y, SE ACABÓ EL VODKA
La suicida planea un viaje largo.
Eso les dice a sus amigos.
Los invita a una fiesta de despedida.
Se encoge de hombros cuando el vodka se acaba.
La suicida empapela la noche con pájaros de azufre.
Lleva un traje de terciopelo negro
y la cabeza atiborrada
de objetos inflamables.
Da un salto que es, casi, una declaración de fuego.
Se había acabado el vodka
y a ella
se le había acabado la sed.
III - EVELYN, EL SUICIDIO MÁS HERMOSO
La suicida sonríe,
siempre sonríe.
La sonrisa es una máscara que usa hacia afuera;
hacia adentro
desteje coronas de novia
y se arrima
a los olores rojos.
Y quiere arder
como ardieron esos vestidos
que deberían haber sido su carne
(¿Por qué una mujer quemaría vestidos?
¿Por qué una mujer quemaría vestidos si esos vestidos no fueran
el preámbulo de un cuerpo que se abre paso
hacia un gesto de adiós definitivo,
hacia una desnudez de vertebras dulces
rompiéndose
como mariposas de luna y leche?).
La suicida busca no ser
pero el olvido le suelta las manos
(La belleza es, casi siempre, una bestia antojadiza.
A veces respira
en el sexo puntual de los amantes.
A veces nace muerta
y el dolor es su casa).
IV - RUSLANA, LA MUERTE DE RAPUNZEL
La suicida abre ventanas en cada llaga
y se arroja a un vacío hecho de húmeros tristes
y piel entumecida.
Se estrella contra Dios y su hueste de santitos sordomudos,
contra las muñecas rusas sofocadas con volados,
contra la ceremonia ordinaria del hambre.
Abre ventanas que se dejan morir
como animales delicados
atragantados con puñados de flores.
Ventanas que son.
Pero no.
Hasta que una vez
la suicida abre una ventana real
y los ojos se le sueltan como pájaros feroces.
Entonces ella también es un pájaro
y se va detrás de esos ojos,
detrás de un nido de sangre detonada.
(Y el asunto no tiene más vueltas
porque hay una cabeza rota en el pavimento,
y comienzan a llegar los curiosos, las sirenas,
y una mano de niebla recoge lo que le pertenece desde aquel día
en el que, por primera vez,
la suicida no se perdonó el cuerpo).
I: “Peg Entwistle”, ThingamabobRoss
II: “El suicidio de Dorothy Hale", Frida Kahlo
III: "The most
beautiful suicide", JonathanGrimm
IV: “Ruslana Korshunova”, El'f Knr
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