HIJO
Y un día algo se rompió.
algo tenue como una burbuja de jabón
que flotaba entre vos y yo.
Un hilo invisible que nos unía,
mi camino y tus pies
mi corazón y tus manos.
Algo que supuse eterno.
Imaginé tu llegada
como el fin de la soledad.
No fui justa.
Los pájaros vuelan
y mi orfandad jamás resuelta
me hizo soñar
con un pájaro lisiado.
Bauticé con mis carencias
tu dulce olor a cachorro.
A veces creo que es mi soledad
la sombra que oscurece
tus pupilas verdes.
Tengo de vos
algún beso descuidado
y el ruido de la llave en la puerta.
Me digo que está bien.
Que así es como debe ser.
Que las burbujas tienen los días contados.
Que los hilos se cortan.
Mientras acomodo tus recuerdos de infancia
en los estantes del llanto
escucho a un extraño rasgar la guitarra
en el cuarto de al lado.
Arte: "Young Boy Playing The Guitar", Lucille Valentino
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