jueves, 30 de junio de 2016

NO HAY JARDINES EN CIUDAD JUÁREZ



NO HAY JARDINES EN CIUDAD JUÁREZ


No hay jardines en Ciudad Juárez.

No hay rosas.

No hay primaveras desperezándose

en los párpados del verde.

Hay  úlceras que flotan

y un acre olor a mujer rota

irritando

la mansa costumbre del crepúsculo.



En Ciudad Juárez la ausencia se escribe con sangre

y la sangre

danza en las caderas de los pájaros.

Se repite en sus cuerpos diminutos

como un himno de plumas

(y los pájaros son muchachas de cabellos oscuros

extraviadas

en laberintos de polvo).



No hay jardines en Ciudad Juárez.

No hay rosas.

No hay abejas repasando con soltura

el delicado salmo del polen.

Hay plagas que levitan

y preguntas.

¿Por qué?

¿Por qué?



¿Hasta cuándo?



Los feminicidios en Ciudad Juárez y las muertas de Juárez son dos expresiones que hacen referencia a la suma de feminicidios y asesinatos de mujeres que se vienen cometiendo en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, México, al menos desde enero de 1993. El número estimado de mujeres asesinadas hasta el año 2012 asciende a más de 700. Por lo general las víctimas son mujeres jóvenes y adolescentes de entre 15 y 25 años de edad, de escasos recursos, que han debido abandonar sus estudios secundarios para comenzar a trabajar. Antes de ser asesinadas, suelen ser violadas y torturadas.
Tanto la policía como los funcionarios del gobierno mexicano han sido acusados de responder con indiferencia a los feminicidios, así como de exhibir altos grados de tolerancia ante los crímenes, investigar los casos de modo inadecuado y negligente, y  no realizar campañas de prevención  ni proteger a las mujeres de la violencia.  


lunes, 27 de junio de 2016

LEBLOUH


LEBLOUH


El ojo del amo la engorda

y ella es

un dolor de ganado escaldando

la conciencia del cielo.

Dueña de nada.

Ni siquiera dueña

de la boca de sol que canta blanco

cuando canta la infancia.

Dueña de nada.

Ni siquiera dueña

del  hambre propio como ceremonia.



El ojo del amo la engorda

y ella es

un abanico oscuro

que se abre y estalla.

En torno a la cintura deformada

se agolpan

olores como espinas.

Del ángulo más triste de la boca

cuelga una araña de saliva.


De día,

será una mujer obesa

adornando la cama

del macho que pueda pagarla

(y sus padres contarán las monedas

con alegría idiota).


De noche

será una niña delgada, una gacela,

un verso recitado por el viento,

un sueño que se sueña a escondidas del mundo

(sin amo, sin patrono, sin cacique,

desnuda apenas en el tallo del agua).





En Mauritania se considera bellas a las mujeres obesas, quienes pueden aspirar a un matrimonio ventajoso, e inferiores a las delgadas. Según la tradición conocida como Leblouh, muchas familias envían a sus hijas desde los cinco años a granjas donde las someten a un cruel proceso con el fin de ganar kilos. Allí obligan a las niñas a ingerir enormes cantidades de comida y se las castiga duramente si se niegan a comer. La práctica del Leblouh no es homogénea sino que está dividida en focos: en las zonas rurales es común, mientras que en las ciudades está cayendo en desuso.


sábado, 25 de junio de 2016

LO MENOS PENSADO EDICIÓN GRÁFICA- ENTREVISTA MARÍA MACARENA SÁNCHEZ VOLPE Y PAULA DAPORTA


sábado, 25 de junio de 2016


Entrevista a Raquel Graciela Fernández (Poeta, autora de "Interrumpidas")



Fragmento de programa radial "Lo Menos Pensado"
(Lunes de 21 a 24 hs. por www.radiobarbarie.com.ar)


Raquel Graciela Fernández es una autora muy reconocida en el ámbito de la poesía. A lo largo de su carrera escribió diez poemarios. Ha recibido muchísimos premios -tanto a nivel nacional como internacional-, y en el año 2015 fue nombrada personalidad destacada de la ciudad de Avellaneda. En esta ocasión, la entrevistamos para que nos cuente acerca de uno de sus últimos proyectos: el poemario “Interrumpidas”. Se trata de un conjunto de poemas, cada uno de los cuales está dedicado a niñas y mujeres que han fallecido a causa de la violencia de género.


- Me gustaría que nos cuentes un poco de qué se trata este proyecto, cómo lo entendés y cómo lo emprendiste…

- Lo primero que nació fue un poema escrito cuando sucedió el terrible caso de Candela Sol Rodríguez, que nos impactó tanto a todos por tratarse de una nena tan chiquita, y por toda la movida mediática que hubo alrededor de ese caso. En ese momento escribí un poema que se llamó “chica interrumpida”. Ese poema quedó en reposo y después, cuando sucedió lo de Ángeles Rawson, yo me identifiqué mucho con ella y con su familia, porque la mía también es una familia ensamblada, y mi hijo tenía más o menos la misma edad que ella tendría. Cuando sucedió lo de Ángeles empecé a hacer un racconto y, de repente, empezar a recordar es darse cuenta de que esto nos está pasando desde hace tiempo. Tenemos en Argentina casos y casos de mujeres y de niñas asesinadas o desaparecidas que no han tenido resolución. Eso también me llamó mucho la atención, la falta de justicia que hay en la mayoría de estos casos…como el de Jimena Hernández, Nahir Mostafá, Cecilia Giubileo, Oriel Briant. Y así me fui remitiendo 20 años atrás, el libro toma casos que abarcan estos 20 años, y la mayoría de ellos lamentablemente continúan sin resolución.

- En muchos de estos casos, los victimarios son los llamados “hijos del poder”, y creo que el hecho de que no se hayan podido resolver hasta el día de hoy tiene que ver con eso, con una trama que va detrás y que es mucho más compleja.

- Sí, tiene que ver con eso. El caso de Paulina Lebbos, puntualmente, tiene que ver con eso. Hace 10 años que el papá de Paulina está peleándola en Tucumán para conseguir justicia para su hija. A veces tiene que ver también con otros poderes, que no son los políticos. Como en el caso de Jimena Hernández, una niña a la que asesinaron en un colegio católico súper top, y también se diluyó la responsabilidad. Ahí se juegan otros poderes que no son los políticos, pero que igualmente son muy grandes. 

Para escribir estos poemas, hice antes una pequeña investigación de cada caso, y después de que fueron publicados tuve la posibilidad de hablar con muchos papás y familiares. Supe entonces que también aparece recurrentemente la figura del “entregador”, como se vio en el caso de María Soledad Morales, y que es una figura que se va repitiendo en muchos otros casos. Natalia Melmann (que fue violada y asesinada por policías en Miramar) era muy joven, tenía 15 años y estaba enamorada de Leonardo Di Caprio, de quien tenía un póster pegado en la pared de la habitación, una cosa muy adolescente. A Gustavo, el papá de Natalia, siempre le quedó dando vueltas la idea y el recuerdo de que esa noche ella iba a verse en una discoteca con un chico al que ella encontraba parecido a Leonardo Di Caprio. Esa es la idea del entregador, la de un pibe conocido en el que ellas confían, y que lamentablemente las deja en manos de tipos que las terminan abusando y asesinando.

- El dato del póster o de que el chico se pareciera a Leonardo Di Caprio da cuenta de la inocencia de estas niñas...

- Absolutamente. Realmente una inocencia adolescente. Muy vulnerables ellas, muy expuestas. En el sentido de que todavía no degustaron lo malo de la vida, no aprendieron a desconfiar, en ese sentido expuestas. Que están con la fantasía del amor, del romance…y quizás eso también puede ser muchas veces una trampa mortal. Pasó, como te decía anteriormente, en el caso de María Soledad Morales. El papá de Paulina Lebbos también tiene una idea de que sucedió algo así, de que en las manos de los “hijos del poder” la puso su pareja, alguien en quien ella confiaba mucho. Se repite constantemente esta figura, sobre todo en los casos de chicas muy chicas.
Este libro me puso en un camino que no era el mío, porque yo siempre me dediqué a la poesía pero “Interrumpidas” abrió como una tangente. Estuve yendo a muchos colegios, sobre todo el año pasado, a hablar con los chicos y las chicas. Y tocar estos temas, el de la confianza, en quién confiamos, qué es amor, qué no es amor, qué es invasión, cómo empieza la violencia en los noviazgos…

- Cuando empecé a leer el libro me llamó mucho la atención encontrarme con el caso de Alicia Muñiz, que por la época no estaba catalogado bajo la idea de femicidio todavía. Monzón fue sentenciado solamente a 11 años de prisión, y su pena fue atenuada porque había consumido alcohol, como si hubiera sido algo que lo justificara. ¿Cómo fue ese proceso de selección, donde los casos más recientes que marcaron la agenda del último tiempo se encontraron con casos que tienen que ver con finales de los ’80 en retrospectiva?

-Mirá, la selección fue totalmente aleatoria y tuvo que ver con lo que generó impacto en mí. En ese momento yo era muy chica y quizá los veía desde un lugar diferente. En este momento, quizá los veo desde un lugar de madre. Incluso los casos más recientes, bueno, hay algunos muy mediáticos, como el de Ángeles Rawson. Cuando fue lo de Ángeles, más o menos para la misma época, fue abusada y asesinada Juana, la niñita qom que también aparece en el libro. Vos decís Ángeles Rawson y todo el mundo sabe qué pasó, pero si hablás de Juana nadie la conoce. Algunos casos son muy mediáticos y me impresionaron por ese lado. Otros no lo fueron tanto, pero me impresionó la crudeza. Y además por esa cosa de que todo el mundo estuviera tan pendiente de lo que había sucedido con la nena blanca de Palermo…y Juana quedó medio como a la deriva. En el libro está también el caso de Yanela, una nena de Berazategui, que tampoco fue demasiado mediático. Pero por la zona, el lugar, el hecho de tener en común gente que la conocía y que me contaba acerca de ella. Ese caso no fue tan mediático, por ahí a mí me tocó desde otro lugar, por el hecho de poder compartir con gente que la conocía cómo era ella, una nena que tuvo un final terrible. La selección entonces fue totalmente aleatoria, tuvo que ver con lo que me pasó a mí con esas mujeres y con esas niñas.

Y le tuve que poner un punto al libro. Lamentablemente podría seguir escribiéndolo hasta la eternidad, porque los casos cada vez son más y más. Y cuando “Interrumpidas” comenzó a circular, empecé a recibir muchos mensajes, muchos mails de familias que me preguntaban si sus hijas o hermanas estaban en el libro. Porque 30 casos es nada dentro del muestrario enorme que tenemos de femicidios y de violencia contra mujeres y niñas. Hasta me sentía culpable de decirles “no, no está”, pero también pasa que hay casos que son muy parecidos unos a otros, y también quise en la selección poner de manifiesto diferentes situaciones. Como la de Wanda Taddei, por ejemplo. Después de lo de Wanda hubo muchísimas mujeres que fueron prendidas fuego por su pareja, pero quise tomar algún caso que fuera emblemático y que de algún modo representara a las mujeres que murieron de esa forma.

- En octubre de 2015 vos presentaste el libro en la Biblioteca Nacional, y en la presentación estuviste acompañada por las mamás de Lucila Yaconis y Wanda Taddei, por el papá de Natalia Melmann. ¿Vos les acercaste la propuesta, o ellos te contactaron al enterarse del libro?

- En el caso puntual de Isabel Yaconis, le hice llegar el libro, porque es fácil llegar a ella y contactarla, está en la “Asociación Madres del Dolor”. Beatriz Regal y Gustavo Melmann llegaron a través del libro. Son personas que fueron apareciendo cuando los poemas dedicados a sus hijas llegaron a sus manos y a sus casas. Con respecto a la presentación, yo quería hacer algo que no tuviera que ver conmigo. Quise correrme porque me parecía que las protagonistas eran ellas, no yo. El banner de la presentación lo hizo una amiga mía, y tiene las caras de estas mujeres y niñas. Si bien hubo un pedacito chiquito en el que se habló desde lo literario del libro, gran parte de la presentación tuvo que ver con hablar desde el lugar de padre/madre de una chiquita asesinada, y de todo lo que uno puede aprender de esos padres…realmente gente inmensa, están peleando para que no le pase a nuestros hijos lo que lamentablemente le pasó a los de ellos, es súper respetable y admirable que lo hagan. También en la presentación estuvo la mamá de Ángeles Rawson, junto a su mamá, estaban en pleno juicio (o terminando el juicio) así que ella prefirió acompañar desde el silencio, pero estuvo sentada en primera fila. Fue una presentación con muchísima gente. Y realmente escuchar a los padres fue muy fuerte, es muy muy fuerte.  Es una experiencia que a todo el que pudo vivirla lo transformó. Porque una cosa es leerlo en un diario, verlo en la televisión, y otra cosa muy distinta es escucharlo en primera persona “le pasó a mi hija, me pasó esto, mi hija era así, mi hija tenía estos sueños”. Realmente es una experiencia que te cambia y te transforma, te hace más sensible, te abre de otra manera al dolor.

- ¿En dónde puede la gente conseguir el libro “Interrumpidas” y tus otros poemarios, Raquel?

- En general, los libros los vendemos en las presentaciones, muchos también envié por correo a gente del interior. Es uno el que comercializa los libros, en una suerte de “circuito paralelo” al “circuito oficial” que es el que está en las librerías. Aquellos a quienes les interese conseguir alguno de mis libros, pueden contactarme vía Facebook (Raquel Graciela Fernández) o en mi blog “Pan con Cicatrices”.

- Muchas gracias por contarnos acerca de este libro, que a pesar de lo terrible es también muy necesario.

- Gracias a ustedes por dar a conocer este trabajo que, más allá de que sea mío, me parece que es un trabajo importante para visibilizar y tener presente…que es un poco lo que uno trata todo el tiempo de hacer con las marchas, con lo que hacemos cada día yendo a los colegios o a distintos lugares a hablar y a hablar y a poner sobre el tapete el tema.




(Entrevistan María Macarena Sánchez Volpe y Paula Daporta. La entrevista completa se escucha en https://ar.ivoox.com/es/11916973)

viernes, 17 de junio de 2016

POEMA 33 ("DESEO, DESAMPARO Y DESPUÉS")



POEMA 33 ("DESEO, DESAMPARO Y DESPUÉS")


Hambre de pájaros anidando

en la oscura voluptuosidad de mi pubis,

sus dedos alados discurriendo

en la selva  frondosa de mis sentidos,

allí,

donde mueren las hebras de la sombra

y la roja herida del amor

gotea dulzura.






miércoles, 15 de junio de 2016

NOSOTRAS POR NOSOTRAS, POR MARÍA MACARENA SÁNCHEZ VOLPE PARA "GRITO CONURBANO"


NOSOTRAS POR NOSOTRAS

Raquel Fernández (48) nació en Avellaneda, y allí vive desde entonces. En 2015 fue nombrada personalidad destacada de dicha ciudad. A lo largo de su carrera como escritora, “dio a luz” diez poemarios, recibió más de cien premios nacionales y fue reconocida también en España, EEUU, Italia, Chile y Perú. Su actividad poética tomó un nuevo cauce en noviembre de 2013, cuando la autora se sintió profundamente interpelada por el femicidio de Ángeles Rawson (16), a quien dedicó su libro “Interrumpidas”.
Norma Ramírez (50) y Vanesa Roberto (33) son madre e hija, ambas viven en la Villa 21-24, del barrio de Barracas. Allí, en julio de 2015, Micaela Gaona (20) fue asesinada por su pareja. El femicidio conmocionó a todo barrio, pero fueron las mujeres quienes comenzaron a reunirse para contener y apoyar a Lidia Gaona, la mamá de Micaela. En esos encuentros se planteó la necesidad de un taller que abordara la problemática de la violencia de género. Con tiempo, esfuerzo, coraje, amor y mucha organización, estas mujeres se pusieron al hombro el taller y también la “Cooperativa Mika”: un emprendimiento de belleza y estética, pensado para que las mujeres del barrio se capaciten en un área con rápida salida laboral, pero que funciona principalmente como lugar de encuentro, intercambio, compañerismo y contención. Norma es presidenta de la cooperativa, Vanesa es la tesorera y Lidia también forma parte de la iniciativa.
¿En qué se parecen estas mujeres? Hay valores y principios que las unen. Tienen una lucha en común, aunque la vida y sus circunstancias las llevaron a afrontarla de dos formas diferentes. Raquel danza en el plano simbólico, con sus palabras dolorosas pero necesarias, obliga a sus lectorxs a enfrentarse con una poesía hermosa y tremenda, bella y visceral. Norma, Lidia y Vanesa decidieron, impulsadas por el dolor y la necesidad de subsanarlo, enfocarse en la realidad del territorio que habitan, brindar prevención y contención, venciendo para tal fin variados obstáculos y prejuicios. 
Todas ellas estuvieron el pasado 3 de Junio en la manifestación #NiUnaMenosRaquel forma parte del colectivo de poetas que ese día compartieron sus obras (Poesía en Ni Una Menos). Lidia, Norma y Vanesa fueron con la bandera de la “Cooperativa Mika”, que lleva ese nombre en memoria de Micaela Gaona. Todas ellas estuvieron ahí, defendiendo esos valores y principios que las unen, conscientes de que –a pesar de no conocerse- tienen una lucha en común, y gritando bien fuerte ¡Ni una menos, vivas nos queremos!

María Macarena Sánchez Volpe

lunes, 13 de junio de 2016

PULSE




PULSE


voy a morir,

te amo, mami,

voy a morir


la muerte es una mano crispada,

un manifiesto de sed escrito

en la fuente del cuerpo,

de qué color son los ojos de Dios, mamá,

de qué color soy yo un segundo antes de estallar

y correr con la boca llena de sangre,

correr sin moverme, mamá,

estoy en un baño de mujeres y alguien llora,

todos lloran,

un ataúd me golpea la boca,

no lo estoy soñando, mamá,

es real,

de qué color son los ojos de Dios


voy a morir,

te amo, mami,

voy a morir


el sonido de la memoria cae en mi voz

como agua rota,

se parece a las lágrimas,

se parece a las plagas,

tengo el alma húmeda de lluvia,

mi nombre es un pájaro que vuela

hacia el acantilado de tus ojos,

mis huesos se abrazan

a tus piernas manchadas de parto,

soy un poema que se reescribe en tu útero

vuelvo a vos,

vuelo, mamá,

vuelvo


voy a morir,

te amo, mami,

voy a morir


te amo, mami


te amo




PULSE


I'm going to die,

I love you, Mommy,

I'm going to die


death is a clenched hand,

a Manifesto of thirst written

in the fountain of the body,

what color are the eyes of God, Mom,

what color am I a second before bursting

and running with a mouth full of blood,

run without moving, Mom,

I'm in a women's  bathroom and someone cries,

everybody  cries,

a coffin hits my mouth,

I'm not dreaming, Mom,

it is real,

what color are the eyes of God


I'm going to die,

I love you, Mommy,

I'm going to die


the sound of memory falls into my voice

like broken water,

it seems like tears,

it seems like pests,

I have the soul wet of rain,

My name is a flying bird

toward the cliff of your eyes,

my bones embrace

your legs stained of  birth,

I am a poem rewritten in your uterus

I come back to you,

I flight, Mom,

I come back


I'm going to die,

I love you, Mommy,

I'm going to die


I love you, Mommy


I love you



Traducción: Adriana Buján

Fotografías: Luis S. Vielma, Amanda Alvear, Stanley Almodovar, Juan Ramón Guerrero, Eddie Sotomayor,  Eddie Jamoldroy Justice, víctimas de la masacre en la discoteca Pulse, 12 de junio de 2016

Las víctimas del atentado de Orlando