DIVIDIDA
Dividida entre la memoria
y la supervivencia
escucho aún
como la noche suena
dentro de mí,
y escucho las espadas de la
lluvia
amputándole las manos
al cielo que tuvimos.
Un cielo que no llegó a
paraíso:
se quedó en el ramo de carne
celeste
que arrojé una mañana
a un penoso simulacro de
olvido,
con cierto cansancio.
Dividida entre el hambre
y las piernas clausuradas
grito “¡Fuego!”
y desayuno cenizas.
Quisiera colgarme de tu
cuerpo,
como de una cornisa
perversa,
y luego dejarme caer.
Que el látigo del horizonte
me cruce la espalda.
Que la sangre me lave las esperas.
No quiero dividir mis
muertes.
Quiero que se multipliquen
hasta alcanzarte.
Dividida entre mujer y nada,
intento destrozarme
un poco más
el corazón
y repaso la ruta del gemido.
Dividida entre loba y perra,
pretendo morderte
y te lamo la mano.
Arte: "White thread", Natalie Shau
3º Premio V Concurso Literario Internacional de Poesía y Narrativa “Alejandra
Pizarnik” 2012, Grupo Alternativa, Cañada de Gómez, Santa Fe (2012)
Esa memoria que nos permite sobrevivir. Hermoso poema, amiga. Abrazos.
ResponderBorrarGracias, Fernando. Es un poema algo viejo, pero fue recientemente premiado en Santa Fe. Un abrazo.
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