PESADILLA
"Al final, da un paso a la luz. Bajo el
sombrero estropeado, es todo lo que me temía." - Brian Hodge
Ahora quiero preguntarte por qué.
Por qué la Muerte jamás viene sola.
Porque no se basta a sí misma.
No se remite a un sobrio colorín colorado.
No pretendo perdices, está claro.
Pero por lo menos un final decente.
Un final que desclave de sus goznes
la carne desprovista
y apure el mutis por el foro
de todos los actores de reparto.
Nosotros.
Ahora quiero preguntarte cómo se hace
para alcanzar la supuesta ignorancia de los muertos
si los vivos rebuznan manotazos,
si no rozan siquiera
lo que en verdad importa.
Y vos,
descifrado, explicado, traducido,
sos esto y sos aquello,
y, además, sos el botín de guerra.
A ver quién se queda con el mejor pedazo.
A ver a quién le cerraste la puerta en las narices.
A ver a quién dejaste entrar en el cubil del lobo.
Amar. Odiar.
Por qué no nos vamos todos al carajo.
Ahora quiero preguntarte por qué no estoy llorando.
Por qué le grito a la chica de la tele
“¡Estás dormida, idiota, despertate!”,
y ella sigue corriendo para el lado
donde ni vos ni yo ni correríamos nunca.
Cuántas veces vimos esta película de mierda.
No sé por qué sigo insistiendo.
Si la pesadilla es ésta.
Ahora quiero preguntarte por qué.
Por qué la Muerte jamás viene sola.
Porque no se basta a sí misma.
No se remite a un sobrio colorín colorado.
No pretendo perdices, está claro.
Pero por lo menos un final decente.
Un final que desclave de sus goznes
la carne desprovista
y apure el mutis por el foro
de todos los actores de reparto.
Nosotros.
Ahora quiero preguntarte cómo se hace
para alcanzar la supuesta ignorancia de los muertos
si los vivos rebuznan manotazos,
si no rozan siquiera
lo que en verdad importa.
Y vos,
descifrado, explicado, traducido,
sos esto y sos aquello,
y, además, sos el botín de guerra.
A ver quién se queda con el mejor pedazo.
A ver a quién le cerraste la puerta en las narices.
A ver a quién dejaste entrar en el cubil del lobo.
Amar. Odiar.
Por qué no nos vamos todos al carajo.
Ahora quiero preguntarte por qué no estoy llorando.
Por qué le grito a la chica de la tele
“¡Estás dormida, idiota, despertate!”,
y ella sigue corriendo para el lado
donde ni vos ni yo ni correríamos nunca.
Cuántas veces vimos esta película de mierda.
No sé por qué sigo insistiendo.
Si la pesadilla es ésta.
Arte: Omar
Del libro "Hermano", El Mensú Ediciones, 2011
Poema publicado en el blog "Portadas y textos"