PERVERSIDAD
Nadie es tan perverso como cree
o como desea ser;
nadie escapa al beso bautismal
del amor bendito o maldito,
ni a la urgencia desbordada del anhelo
ni a la trampa de la necesidad.
El sexo es para el triste marqués
un juguete insatisfecho
que reemplaza pobremente
el pecho rosado de la madre ausente,
el tibio regazo de la novia ideal.
Arte: Marina Bychkova
Del poemario "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007
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