CAMILLE
“No he hecho todo
lo que he hecho para terminar mi vida
engrosando el número de recluidos en un sanatorio. Merecía algo más”.
Camille Claudel - "Carta
desde el manicomio"
Ella cierra los puños
con la desesperada lucidez de los locos.
Hunde su cuerpo devastado
en la pared desoladamente blanca
de la mínima habitación que la devora
y aprieta los puños.
Ella,
que ejerció con celo el santo oficio
de parir con las manos.
Antes,
cuando ella movía esas manos fabulosas,
pájaros admirables brotaban de sus dedos,
pájaros teñidos de colores infinitos,
una orgía de picos y de plumas
y de corazones diminutos palpitando.
Ahora,
cuando ella abre los puños crispados,
de sus dedos ateridos surgen
pajarillos delgados como lágrimas,
con miserables plumas grises.
Ella no quiere verlos.
En el exilio silencioso del hospital
ha esculpido
una eternidad
huérfana de cruces y pasillos diligentes,
sin amores ingratos, sin mendrugos.
Pronto irá hacia la luz,
toda desnuda de pájaros.
Arte: “Camille Claudel”, Esther Rodrígez Cabrales
2º Premio Poesía “Almafuerte” – Café
Literario Almafuerte, Berazategui,
Bs.As. (2006)
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