miércoles, 13 de noviembre de 2024

JUANA


 JUANA

“Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.”
Jorge Luis Borges


Para no morirse así

hay que saber más cosas
que las que yo sé.
Yo sólo sé el monte,
el golpe impalpable de la Vía Láctea,
la pulsión perentoria del verano.
Yo no sé la seda y sus trivialidades,
no sé el tulipán alegre de una boca maquillada,
ni las medias sutiles,
ni los perfumes franceses
(yo no sé dónde queda Francia,
yo no sé, ni siquiera, que Francia existe).
Para no morirse así
hay que aprender un idioma que no entiendo,
decir algo más que sí y que no con la cabeza,
explicar que esta media sonrisa
tiene un poco de vergüenza inoportuna,
un gemido de flor sin desenlace.

Así no se mueren las chicas de pelo rubio,
las chicas de sonrisa entera,
las chicas blancas como panes de leche.


¿O sí?
¿También se mueren así?

¿También se mueren rotas,
con el color  dolido de la noche
trepando a sus cerebros,
con el cuerpo desnudo
supurando terrores
y los ojos desiertos
pestañeando sangre?


Juana Gómez, una joven aborigen de la comunidad qom, fue hallada sin vida, en el predio de una ex desmotadora en la localidad de Quitilipi, Chaco, el 27 de junio de 2013. Su cuerpo semidesnudo colgaba de  un árbol y presentaba múltiples lesiones. Había sido golpeada ferozmente y violada. Un joven de 19 años, supuestamente relacionado con la adolescente, fue detenido e imputado por el delito de homicidio agravado por intentar ocultar el abuso sexual, aunque se estima que en el crimen habrían participado varias personas. Juana tenía 15 años. 


Del poemario "Interrumpidas" (2017 - 2° Edición) 

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