LECTURAS ZOOLÓGICO DE POETAS / TERTULIAS POÉTICAS
LOLA
“Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores.”
Alejandra Pizarnik
No, no me vas a convencer.
Las mujeres no nacemos
para ganarnos,
a los quince años,
un par de alitas de papel de arroz.
Para vaciarnos de cardúmenes rojos
y repletarnos
de velones y rosarios de plástico.
Para obtener el status de estampita
y quedarnos inmóviles.
Para siempre.
Para siempre.
A los quince años los ojos fracturados como un paraguas herido de viento, no.
La mordedura letal de la arena y el sol como verdugo, no.
El miedo tejiendo nubes de vidrio que se rompen al respirarlas, no.
(El verano es un caballo azul que sangra
porque mi cuerpo
es una llaga abierta en su lomo absoluto).
Un angelito más en el cielo.
Y en la tierra, ¿qué?
En la tierra algo que se quiebra,
(una mujer que no será
o un pájaro),
el lobo omnipresente
y el horror de saber que el bosque crece,
sin paréntesis,
como un tumor de sombra.
YANELA
“Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.”
Antonio Machado
Ella sonreía desde el abismo.
Como una poeta o una predestinada.
Caminaba un enjambre de sábanas injustas.
Repetía un temblor de bocas gastadas por el hambre.
Ella se decía como se dicen ciertos llantos.
Con un rumor de esperanza rota.
Adelgazando la voz hasta convertirla
en un estela de mariposas anestesiadas.
Ella pedía poco.
El pan, cada día.
El sol, a veces.
Una muñeca, un novio,
unas monedas para pasar la vida.
Nació para mujer y fue cordero.
Perfecto sacrificio a los dioses del barro,
coronita de espinas y de sangre.
YO VUELVO
A todas
Yo soy el verbo dolorido
que conjugaste a golpes.
El ángel que pudrió su desnudez
en una bolsa de basura.
La flor que tiraste en una zanja,
en un pozo,
en un agujero de terror y asco.
La madre que prendiste fuego.
Yo no estoy muerta, no.
Yo vuelvo.
Me limpio la sangre de la boca
con el beso de todos.
Me sacudo las arañas del pelo.
Me arranco de los ojos
la ceguera del barro.
Rehago mi matriz escarnecida,
desbarato el eclipse prematuro
que mancilló la luna de mi sexo.
Yo no estoy muerta, no.
Yo vuelvo.
Enciendo un cigarrillo.
Me río con el chiste que me contó una amiga.
Me pruebo algún vestido.
Tarareo una canción para mis hijos.
Me acurruco en la tibieza de mis padres.
Acaricio a mi perro.
Soy yo y soy todas las mujeres.
Soy yo de pie.
Yo vuelvo.
Arte: Claudia Tremblay
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