Il a mis le café
dans la tasse
Recitar a Prévert en francés
es de las pocas cosas que recuerdo
de todas las que,
supuestamente,
aprendí en el secundario.
Junto con los nombres de las tenias
(saginata, equinococus, solium)
y el peligro latente del botulismo
agazapado en las latas abolladas.
La memoria es loca, pienso,
o yo pasé por la escuela como quien pasa
por un desfile de Carolina Herrera.
Il a mis le lait
Dans la tasse de café
Lo miro con desazón,
como si la taza estuviera rajada
y el café y la leche se escurrieran
por la delicada herida de la porcelana.
Y empaparan el mantel hasta convertirlo
en un pañuelito descartable más,
de esos que hoy revolotean por toda la casa
y confunden a los gatos
que persiguen, sin suerte,
pajaritos de papel mojados de pena.
Así estoy yo, así,
como una taza rajada.
Me veo entera de lejos,
me veo sana.
Pero estoy a punto de explotar en el microondas
o de quebrarme definitivamente
si alguien me lava
con demasiada vehemencia.
Alguna vez leí por ahí
acerca del Kintsugi,
una técnica japonesa que no desecha
la porcelana rajada.
Las repara con un barniz de resina
mezclado con polvo de oro o plata.
Porque las roturas y los quiebres
son parte de la vida del objeto,
hablan su historia y sus transformaciones,
lo embellecen.
Supongo que lo mismo debe pasarnos a nosotros
cuando nuestras heridas cicatrizan
y cada cicatriz es una rosa que asoma
reafirmando que somos humanos.
Il a mis le sucre
Dans le café au lait
Sans me parler
Sans me regarder
Quizás yo debería hablarle.
Quizás yo debería mirarlo.
Quizás yo debería preguntarle
como hace tantos años:
“¿Querés que te recite un poema de Prévert en francés?”
Arte: Georgeta Blanaru
Seguro Raquel que te acordás de las 7 lunas de Crandall, que conducía Betty Elizalde. Ahí conocí a Prevert. Con este poema. Acá en francés. https://youtu.be/7_R4w6w1sLk
ResponderBorrarNo lo recuerdo! Creo que para ese entonces yo era muy chica. Gracias por el poema! Abrazo!
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