martes, 30 de noviembre de 2021
EDIFICO EL GESTO
que se derrumba en tu boca,
un espasmo de escombros dulces.
Me alumbro en tus labios
y cada beso
borda una luciérnaga en tu sombra.
domingo, 28 de noviembre de 2021
NATURALEZA
Ayer una de mis gatas
mató a un zorzal.
Jugó un rato con su exiguo cadáver
y lo dejó abandonado en el pasto
inmóvil, laxo,
como si esa vida no hubiese significado nada.
Hace unos años,
ante un hecho de esta magnitud,
se hubiera desatado el escándalo:
enojo, llanto, retos.
Pero ayer
sólo recogí del pasto al zorzal muerto
e hice un pocito en la tierra húmeda
que rodea al macizo de calas.
Una pequeña tumba improvisada.
Claro que me dio pena el pajarito:
apenas estrenaba la primavera.
Pero con el tiempo entendí
a respetar las reglas de la naturaleza:
cazás o sos cazado.
Y, a veces, ambas.
Y lo que fue parte de un ser
se convierte mañana en parte de otro.
La vida trunca de ese zorzal,
reventará en las calas,
y quizás pueda escuchar cantar a las flores
si acerco lo suficiente mi oído
a su blanca cadencia.
Ayer no le endilgué a Tiger Lily
una culpa que no tiene y que no siente.
A la hora de la siesta
se acurrucó a mi lado
y, como es habitual, la caricia
se escapó de mis dedos.
Antes quería que, al morir,
mi cuerpo se convirtiera en un puñado de cenizas
arrojadas por una mano amada
en algún lugar en el que hubiese sido feliz.
Ahora, no.
Ahora siento que soy un animal
que debe volver a tierra.
No como polvo bíblico.
Como materia prima de una naturaleza
que se recicla constantemente.
Que la pequeña fauna mortuoria
coma y beba de mí.
Que el tiempo sea en mis despojos.
Y que algún día suceda el milagro:
despuntar, quizás, como raíz
de un árbol donde un zorzal dispense su canto,
reiterativo, armónico, pujante,
sin gatos a la vista.
Arte: "Cat Bird", Delight Worthyn
viernes, 26 de noviembre de 2021
LA LINDA
miércoles, 24 de noviembre de 2021
martes, 23 de noviembre de 2021
EL AMOR ES ALGO QUE SUCEDE EN EL PASADO
si el amor y la lluvia suceden en el pasado,
Arte: Safwan Dahoul
domingo, 21 de noviembre de 2021
sábado, 20 de noviembre de 2021
HERMANO
KATA TON DAIMONA EAYTOY
“Y si dijera que realmente te amaba… (…) Quizás te reirías y dirías que vivíamos en mundos diferentes…” – Paul McCartney, “Here Today”
Sin prefacios llegará la primavera.
Como si tu ausencia fuera nada.
Rodarán días para desperdiciar el alma,
para negar la luz,
para saber que la piel es poco más
que un pájaro de escombros.
Girarán días blancos, días negros,
días disputándose tu nombre.
Las piezas de un ajedrez idiota.
Y yo evocando.
Yo remirándote el corazón errado,
el cuerpo repartido sobre baldosas blancas.
Yo ensanchando las manos
para alcanzar la tierra que te asfixia.
Yo poniéndote un trueno entre los labios.
Sin hablar de risibles amapolas.
Aceptando el pan ácimo del pésame.
Aceptando tu danza con la muerte,
el lobo solitario.
Esto es la vida.
Una nadería. Un plato de viento.
Ahora todos los platos están rotos.
Hay que afilar el grito,
hay que llenarse de polvo la faringe
y ahogarse
con un gato de niebla en la garganta.
Hay que cazar las bestias que soltaste
porque dolían tanto.
jueves, 18 de noviembre de 2021
LA NOCHE DE LA CULTURA POPULAR/ PASEO TEATRAL
IL A MIS LE CAFÉ
Il a mis le café
dans la tasse
Recitar a Prévert en francés
es de las pocas cosas que recuerdo
de todas las que,
supuestamente,
aprendí en el secundario.
Junto con los nombres de las tenias
(saginata, equinococus, solium)
y el peligro latente del botulismo
agazapado en las latas abolladas.
La memoria es loca, pienso,
o yo pasé por la escuela como quien pasa
por un desfile de Carolina Herrera.
Il a mis le lait
Dans la tasse de café
Lo miro con desazón,
como si la taza estuviera rajada
y el café y la leche se escurrieran
por la delicada herida de la porcelana.
Y empaparan el mantel hasta convertirlo
en un pañuelito descartable más,
de esos que hoy revolotean por toda la casa
y confunden a los gatos
que persiguen, sin suerte,
pajaritos de papel mojados de pena.
Así estoy yo, así,
como una taza rajada.
Me veo entera de lejos,
me veo sana.
Pero estoy a punto de explotar en el microondas
o de quebrarme definitivamente
si alguien me lava
con demasiada vehemencia.
Alguna vez leí por ahí
acerca del Kintsugi,
una técnica japonesa que no desecha
la porcelana rajada.
Las repara con un barniz de resina
mezclado con polvo de oro o plata.
Porque las roturas y los quiebres
son parte de la vida del objeto,
hablan su historia y sus transformaciones,
lo embellecen.
Supongo que lo mismo debe pasarnos a nosotros
cuando nuestras heridas cicatrizan
y cada cicatriz es una rosa que asoma
reafirmando que somos humanos.
Il a mis le sucre
Dans le café au lait
Sans me parler
Sans me regarder
Quizás yo debería hablarle.
Quizás yo debería mirarlo.
Quizás yo debería preguntarle
como hace tantos años:
“¿Querés que te recite un poema de Prévert en francés?”
Arte: Georgeta Blanaru