viernes, 3 de agosto de 2018

LA OTRA ABUELA


LA OTRA ABUELA


A veces me pregunto quién era

y me reprocho no haberla querido.

Invisible,

impalpable,

tácita como un grito de terciopelo ajado,

tejía escarpines y cosía mortajas

clavada en la cruz de Marisa Cruces.

Llegar a su casa nunca fue 

llegar a la orilla de los pájaros.

Siempre había un hijo/padre muerto

interponiéndose entre mi infancia

y su canción de cuna.


A veces me pregunto quién era,

en qué pueblo de España había nacido,

por qué eligió a un hombre que no la quiso,

cuántas veces deseó que mamá hubiese sido la muerta.

Llegar a su casa me costaba cada vez más.

Un día perdí el camino.


La última vez que la vi

me miró con dureza.

Yo estaba embarazada y era soltera.

Para mi bebé no hubo escarpines. 


A veces me pregunto quién era

y me reprocho haberla querido.

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