UNA NENA TRISTE
Soy una nena triste
que no recuerda
la sonrisa de su
papá iluminando
ninguno de sus
cumpleaños
Recuerdo, sí,
algunos regalos:
una colonia
Coqueterías,
un elefante de tela
floreado
y relleno con
alpiste,
la novela Genoveva
de Bravante,
bombachas.
Odiaba que me
regalaran bombachas.
Recuerdo la torta
de mi fiesta de quince
que no era de
confitería y tenía el aspecto
de una torre de
Pisa en miniatura
decorada con
merengue
y florecitas de
azúcar.
Me tiré en la cama
a llorar
porque la torta
estaba torcida,
aunque, claro,
lloraba por otra cosa:
a los diez años
pensaba que mi papá
se había muerto
porque era viejo;
a los quince,
comprendí que la
vida me había amputado algo,
un mano,
una pierna,
parte del corazón,
entrar del brazo
del hombre que más me quiso
en un salón o una iglesia,
ponerle a su nieto
en el regazo
(será por eso que
en mi vida no hay vestidos de fiesta,
ni altares,
ni valses,
lo tengo
todo o no tengo nada,
esa soy yo,
una extremista del
amor,
casi nunca tengo
nada).
Soy una nena triste
atada al primer
invierno sin su papá
por un puñado de
cabellitos de ángel.
Era viejo con sus
39 años y su corazón defectuoso,
era viejo, sí, pero
era nuestro,
mío,
de mis hermanos.
mío,
de mis hermanos.
Todos eran viejos
entonces y no nos miraban
ni siquiera cuando
nos despiojábamos unos a otros
como monitos
encerrados en una jaula de miedo.
Qué invierno frío
el de 1976.
Cuánta soledad.
Soy una nena triste
que no recuerda
la sonrisa de su
mamá
entera, del todo.
A veces me
confunden con una señora
que juega a las
escondidas con los gatos
y jura que este año
se plancha el pelo,
adelgaza diez kilos
y encaja
en el estúpido
vodevil del verano.
Pero no.
Soy una nena triste
abrazada a un
elefante de tela floreado
y a una cajita repleta de cosas inútiles
que hacen el
silencio
Arte: Suzi Blu
Raquel, hoy leí tus poemas ante una amiga, quedó muy impactada, como me pasa a mí desde que leí tus poemas por primera vez. Sos extraordinaria.
ResponderBorrarGracias, Susana! Sos tan generosa con mi trabajo!
BorrarNena triste, te acompaño en tu viaje, también me duelen las ausencias injustas. Tu poesía me alivia la mitad
ResponderBorrarGracias, Claudia! Abrazo interminable!
Borrarhermoso, pero que no te gane la tristeza, acordate que la muerte es parte de la vida
ResponderBorrarAbrazo!!!!!!
BorrarTriste, bello, conmovedor, como la vida, que es un desafío. Hay tantos por qués sin respuesta! Aceptación, y mucho amor. Te felicito. Te quiero!
ResponderBorrarGracias, Miry! Abrazo!
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