LAS ARRUGAS DE BRIGITTE BARDOT
Brigitte no está muerta.
No
es una estrella muerta.
No
encaja en la sed de nadie.
No
encaja
en
el álbum de figuritas de la nostalgia.
Se
autoexcluyó del club del deseo
por
esa estúpida manía de cumplir años.
Es
la abuelita de James Dean,
de Marilyn
Monroe,
de Jean
Harlow,
de Rodolfo
Valentino.
Tiene
el pelo blanco,
las
piel manchada,
las
tetas mustias.
Y
esas arrugas.
Todos
los que la soñaron desnuda
la
maldicen
por
no haberse muerto hace 50 años.
Ella
se encoge de hombros
y
declara
que
ningún hombre es mejor que un gato.
Les
saca la lengua
a
la revista Vogue
y a
los masturbadores solitarios.
A
veces puede ser una señora muy desagradable,
como
la vecina que te pincha la pelota
si cae en su jardín
o
le dice a tu mamá que sos una maleducada
porque
revoleaste los ojos y la bolsa
cuando
se te metió adelante de prepo
en
la cola de la panadería.
A
veces puede ser una señora muy jodida, sí.
Brigitte es la abuelita del lobo,
la
bruja mala de los cuentos,
la
que cuece en su caldero
abortos
y calabazas.
No
quiere hijos ni carrozas.
Lo
dijo una y mil veces: prefiere a los perros.
Todos
los que la soñaron desnuda
la
sueñan muerta a los 27,
socia
vitalicia del club del deseo,
rubia,
con la boca redonda,
las
tetas flamantes,
tersa,
suave, un jazmín blindado.
Jamás
una arruga.
Ni
en broma una muela cariada.
Ella
les saca la lengua.
La Bardot se
hizo vieja.
Siempre
fue una desvergonzada.
Fotografía: Brigitte Bardot, Eric Feferberg
La admiraba mucho en su tiempo..Me gustaba peinarme igual que ella...La admiro por su amor a los animales..Todo tiene su tiempo, ella tuvo el suyo ahora ella es el amor que brinda a los animales...
ResponderBorrarFelicidades Brigitte Bardot no envejeces en vano...Alicia tu admiradora de los 60
Abrazo, Alicia, y gracias por pasar!
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