NATURALEZA MUERTA
Los Angeles County Hospital, Los Angeles, California – 1926
Una madre de caderas ingenuas
y cabeza cuadrada
como un terroncito de azúcar
acuna el desamparo.
Arroró sola de todas las soledades,
sola para siempre,
sola para nacer y para morir,
para desnudarte en los sueños de los otros.
Arroró perla que rodará para todos,
para nadie,
teléfono descompuesto por toda la eternidad,
Cristo llame ya,
amor llame ya,
nada.
Arroró repite una madre
que ya sabe que no puede.
Una madre naturaleza muerta
para heredar la muerte
y ser tan manzana atónita,
tan deseo mordido
en la boca de los otros.
Fotografía: Gladys Mortensen con su hija Norma Jean (1926), Getty Images
Del
poemario "Good bye, Norma Jean" (2016)
1º
premio Poesía "9º Concurso de cuento y poesía "Adolfo Bioy
Casares" Edición 2015, Las Flores, Bs. As. (2015)
Bello y doloroso poema. Cuánto te admiro, Raquel Graciela Fernandez!
ResponderBorrarGracias, Rosa querida, es mutuo!
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