TRISTEZA
A veces me meto en tu boca
como un aullido.
A veces me arrodillo en tu piel
como una ortiga,
como una mala hierba
que te corta las manos.
Intento explicarte qué es la pena.
Cómo lava los días.
Mi pena de hoy muerde los puños
como las fosas húmedas.
Es el trueno de los huesos que progresan
hasta la punta de la noche.
Mi pena de hoy lleva impregnada
la catadura de la ausencia.
A veces quiero decirte cómo duele
saber crecidos de raíces agrias
los ojos que me amaron.
Haber perdido el rumbo de las rosas,
estar expuesta a todas las espinas.
Mi pena de hoy aguarda en vano
la resurrección de la tierra.
Gime como los vidrios.
Tiembla y no puede llegar a la palabra.
Es una lágrima girando en rebeldía.
A veces quiero acercarme,
clavar mis lanzas
en todos tus caminos.
Pero en tu carne me desnudo como una extraña,
como una mujer rota en los muelles.
Mi pena de hoy es nuestro abismo.
Esto es la tristeza, querido.
¿Dónde está la piedad?
Arte: Michele Lynch
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