“INTERRUMPIDAS”
de Raquel Graciela Fernández
Una lee estos poemas de Raquel
desde la oscuridad, en un silencio de piedra y vidrio, de huesos tristes. Desde
el dolor, desde la ternura desgarrada uno lee y escucha: el grito silenciado
que toma voz bajo la palabra, cada poema palpitante de vida frente a algo sin
nombre, y la voz intima de estas niñas y mujeres son entonces poemas que exigen
de nosotros un cierto entendimiento, un viaje en el pozo de la tristeza.
Pero son poemas de una gran
belleza, magnifica, luminosa belleza que da luz también, y esto, la oscuridad y
la luz, nos abofetea y entonces podemos entender lo que es la verdadera poesía,
la que duele, la que habla de la vida y la muerte, la que muestra el dolor, los
llantos, la basura, la que une. Durante unos momentos hemos andado en un camino
tortuoso, escalofriante, desgarrador y hemos oído voces, y hemos visto caras y
mirado cuerpos rotos, y almas y Raquel nos ha abierto la puerta con una fuerza
tan grande, con amor, con compasión y la exigencia de lo que es. De lo que fue
y de lo que es.
Los poemas de Raquel son una voz
sabia, casi cósmica. Sus poemas los veo como un árbol palpitante de vida, bajo
un cielo negro donde estrellas fugaces bailan a lo lejos. Su voz es exigente,
nos pide presencia. Nos pide atención. Nos pide oído. Nos pide palpitación y
corazón y entrañas. Nos pide también silencio para dar voz a estas niñas que nunca podrán leer poemas.
Estos poemas son alas, las alas
de Raquel, sus palabras que son sus ojos, su mirada. Estas alas son
persistentes y fuertes, pueden aguantar tanto y tanto, permitiendo que sobre
ellas reposen las heroínas de estos poemas.
LYDIA MARTÍNEZ
Española y canadiense, Lydia Martínez, ferviente lectora y amante de la escritura, se ha desempeñado durante un tiempo como trabajadora social. Actualmente y, según sus propias palabras, se dedica a "observar atentamente como da vueltas la Tierra y a estudiar con una lupa la condición humana."
"Quiero a la tierra, es mi madre y mi patria. Me da energia y me hace sentir viva. El sol, la luna, los árboles, los animales y los libros son mis mejores amigos."
Arte: "Crucified Woman", Almuth Lütkenhaus (Emmanuel College,Toronto, Ontario Canadá)
la mejor crítica
ResponderBorrarAlbin, Lydia es una persona muy especial. Está en contacto absoluto con la naturaleza y siempre del lado de los desposeídos del mundo. A cada persona a la que le pedí que leyera el poemario y lo comentara la elegí por algo, a ella por su mirada del mundo y de las cosas, más allá de que, ocasionalmente, escribe algún cuento. Un abrazo.
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