EN CLAVE DE
ALICIA  
Yo sólo vine a
ver el jardín.
I
Ser o no ser poesía.  
La muchacha rubia clava una
daga  
en el corazón del día:  
y ningún camino la
conducirá a Roma.  
Pero el lugar de la
infancia  
sobrevive a la lluvia.
II
Un conejo de encías
florecidas  
brinca  
dentro-fuera del insomnio.  
Inquieto  
como un médano que danza  
en los dedos del viento,  
se desliza por el cuadrante
melancólico  
de un vestido celeste.
III
La muchacha rubia vuelve a
cantar.  
Porque la realidad no puede  
quebrar el último espejo.  
Y los relojes se marchitan,  
inexorablemente,
cuando dejamos de correr
y una risa franca  
degüella nuestras lágrimas.
IV
A cada cual su taza,  
a cada cual su reloj de
juguete  
detenido en la hora  
del puñal encastrado en la
memoria.
V
Como un gato sin risa  
o una risa sin gato.  
Como una reina loca  
con el corazón migratorio
detenido  
en un perpetuo verano.  
Como una niña extraviada  
que canta porque tiene
miedo.
Así,  
la infancia amortajada  
con un vestido celeste.
VI
El reino del absurdo es
éste,  
donde el amor enferma  
y las muchachas que no se llaman
Alicia  
hacen cola para morirse,  
mientras maúlla un triste
gato  
huérfano de espejos.
Arte: "Alice in Waterland", Elena Kalis
Finalista X Concurso Gonzalo Rojas Pizarro Categoría Poesía, Club de Amigos de la Biblioteca Pública Municipal de Lebu “Samuel Lillo Figueroa”, Lebu, Región del Bio Bio, Chile (2012)








 
¡ Excelente Raquel ! Un auténtico placer haber descubierto tu blog y tu maravillosa poesía. Saludos.
ResponderBorrarMuchísimas gracias, Emilce, sos muy generosa! Un abrazo y buena semana!
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