ASÍ
TE DESAMO
Así te
desamo.
Rompiéndote
en pedacitos
como a
una vieja foto heredada de la abuela
donde
aparecen los rostros de parientes
que no
conocimos nunca
(y
nunca conoceremos porque todos están muertos
y
olvidados;
sus
tumbas deben ser los lugares
más
tristes del Universo).
Así te
desamo.
Sacándote
de mi cama.
Ni
sábana de arriba ni sábana de abajo.
Nada
que pueda enredarse entre mis piernas,
recoger
mis sudores,
velar
mi retorno al agua natal,
al boca
a boca de la primavera
(vaginas
como mariposas sin alas
y los
poemas de Neruda ardiendo
debajo
del pudor de los pupitres).
Así,
así y así.
Fingiendo
que nací para bruja
y no
soy la chica que se encoge en el bosque
a
merced de la piedad del cazador
(la
chica que ni siquiera puede gritar,
pero
tiene un contrato a perpetuidad
firmado
con los pájaros).
Te
desamo cerrándome ventanas.
Recosiéndome
heridas.
(Pero
sólo hasta la próxima vez, honey,
sólo
hasta la próxima vez).
El
hombre es el único animal
que
tropieza dos veces con la misma piedra.
La mujer, la única que se parte la cabeza.
Sólo el silencio restaura cada cosa en su lugar.
ResponderBorrarUn abrazo, Jorge, y gracias por la lectura.
BorrarMientras siga el corazón latiendo después de cada tropezón... http://blocdejavier.wordpress.com/2014/11/17/asi-te-desamo/
ResponderBorrarMuchísimas gracias, Javier! Un abrazo!
Borrarme encanta leerte
ResponderBorrarMuchas gracias, Marie! Voy a leerte yo también. Cariños.
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