CUANDO EL SOL VUELVA A
ESCORPIO
A Tadeo
Seré la que no soy
cuando se derrumban los párpados.
No me preguntaré
cómo verás mi cara en el recuerdo
si se secan los pájaros de sangre.
Habrá azoteas
repartiendo lisonjas
en los lomos cimbrados de los gatos.
Las bocas brotarán.
Dimitirán las gárgaras de culpa
que orquestan los silencios.
No me sabré la flor
de las llaves echadas
recogiendo el perfume
para tiempos mejores.
El mar cirujano abrirá luces
en las caderas vidriosas como peces,
lavará con espumas el enigma
de las piernas cerradas.
Habrá menos poemas en el llanto
y más en los horarios de los trenes
que no he tomado nunca.
Por qué seguir de largo,
como un toro iracundo,
ignorando las barandas de los puentes.
Por qué doler como una caída.
Seré presente, sin historia,
sin que punce la noche
al entreabrir los huesos.
Cuando el sol vuelva a Escorpio.
A Tadeo
Seré la que no soy
cuando se derrumban los párpados.
No me preguntaré
cómo verás mi cara en el recuerdo
si se secan los pájaros de sangre.
Habrá azoteas
repartiendo lisonjas
en los lomos cimbrados de los gatos.
Las bocas brotarán.
Dimitirán las gárgaras de culpa
que orquestan los silencios.
No me sabré la flor
de las llaves echadas
recogiendo el perfume
para tiempos mejores.
El mar cirujano abrirá luces
en las caderas vidriosas como peces,
lavará con espumas el enigma
de las piernas cerradas.
Habrá menos poemas en el llanto
y más en los horarios de los trenes
que no he tomado nunca.
Por qué seguir de largo,
como un toro iracundo,
ignorando las barandas de los puentes.
Por qué doler como una caída.
Seré presente, sin historia,
sin que punce la noche
al entreabrir los huesos.
Cuando el sol vuelva a Escorpio.
Arte: "Letting Go", Shannon Bonatakis
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