Lunes, 1 de marzo de 2010
CULTURA
Por Claudia Vázquez
Si de cultura se trata, creo que es hora de replantearnos una cultura para la vida. Cuando hablo de cultura para la vida, hablo de recuperar los valores que se fueron perdiendo en una sociedad que pareciera estar atada solo a las vanidades del mundo. Todo acto creativo nace de la necesidad que tiene el hombre de expresarse, de trascenderse. La cultura de un pueblo siempre es reflejo de lo que le pasa a su gente. Creo que necesitamos una industria cultural que sea tomada en serio, con una ley de mecenazgo verdadera y no solo de conveniencia para algunos pocos y para todo el país, no solo para la ciudad autónoma de Buenos Aires, lo mismo con la ley del libro que sea para “todos”, pero este es un tema que llevaría largas paginas para analizar. Volviendo al principio creo que la cultura de hoy debe recuperar esos valores eternos y por lo tanto actuales, para el escritor ruso Dostoievski: “La Verdad puede alcanzarse a través de la belleza, la cual se realiza en una visión creativa de la vida, basada en el bien, de lo contrario quedaría invalidado lo bello y lo verdadero”
Creo que es hora de recuperar la Verdad y la Belleza. El artista es
creador de lo que crea, expresa sus sentimientos, su visión de la vida a través
de su obra, el artista ve mas allá de las cosas. En nuestra ciudad hubo y hay
grandes artistas que deben ser revindicados. Hoy queremos compartir la belleza
en la palabra de una poeta de nuestra ciudad, mas precisamente de Villa
Dominico, Raquel Fernández que en su vida poética a obtenido por su obra una
cantidad de premios innumerables tanto nacionales como internacionales, ha
publicado “Ojos que miran al cielo”,
Editorial Amaru, (2007)-“Revelaciones”, Ediciones
Raíz Alternativa (2007) y a participado de varias antologías, también ha
coordinado talleres literarios y ha conducido programas radiales. En la poesía
de Raquel Fernández encontramos el decir de la poesía en la voz misma de la
poesía, el poema es un universo de revelaciones donde cada palabra aborda la
profundidad de su decir. Contemplemos la belleza en la poesía de Raquel
Fernández.
HECHO DE LUZ
Multiplicada en mí
la boca
es un hecho de luz.
El beso rememora
el verde habitual de los parques.
Un pájaro se confunde
con el viento
(desplaza el horizonte).
Entusiasta del cielo
el hombre
(sin grandes ceremonias)
me toma y me devora.
La boca relumbra.
Multiplicada en mí
la boca
es un hecho de luz.
El beso rememora
el verde habitual de los parques.
Un pájaro se confunde
con el viento
(desplaza el horizonte).
Entusiasta del cielo
el hombre
(sin grandes ceremonias)
me toma y me devora.
La boca relumbra.
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