KO KONA HE ROA, MOAI GRABADO
Granítica,
la piel del ídolo enclavado
en el cerro fragante fue la página en blanco
que retrató
el asombro original del artesano.
El navío avistado
se hizo carne
en la pétrea figura:
tres mástiles de estirpe fascinada,
la luz y su juego de abalorios,
el extranjero errante y la tortuga
(lo familiar en el paisaje extraño).
Fotografía: Moai Kona He Roa
Del poemario "Ojos que miran al cielo", Ediciones Amaru, 2007
Del poemario "Ojos que miran al cielo", Ediciones Amaru, 2007
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