INFIERNO BLANCO
Hay un infierno blanco,
un infierno de sal,
un infierno de nieve.
De sábanas agraviadas por la culpa.
De pañales de niños no nacidos.
De corazones suspendidos en formol
decolorados y desenamorados.
Hay un infierno blanco
donde temo perderme.
El nombre del demonio
que se erige
sobre sus pálidos dominios
es Silencio.
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