ÉL VIENE
A Juan Eduardo Barrios, asesinado por Montoneros el 6 de diciembre de 1977
Él, ignorado, viene a través de la mentira.
Él, desconocido.
Y se extiende como la sangre
sobre la herida recién resucitada.
Se extiende.
Él, inédito, principia un desierto.
Tantos años de polvo
sobre un niño
que no pudo correr detrás de las gaviotas.
Nunca tuvo los brazos azules.
No fue almohada de nadie.
Le llenaron la boca con tierra.
A Juan Eduardo Barrios, asesinado por Montoneros el 6 de diciembre de 1977
Él, ignorado, viene a través de la mentira.
Él, desconocido.
Y se extiende como la sangre
sobre la herida recién resucitada.
Se extiende.
Él, inédito, principia un desierto.
Tantos años de polvo
sobre un niño
que no pudo correr detrás de las gaviotas.
Nunca tuvo los brazos azules.
No fue almohada de nadie.
Le llenaron la boca con tierra.
O con flores.
Así acabamos todos, dirás vos.
Pero había una madre.
Él no estuvo en el Monte de los Olivos.
Tampoco fue bandera
ni muro
donde apoyar la sed.
Nadie sabe su nombre.
Pero sigue viniendo.
Yo no puedo corregir sus ojos húmedos.
Por eso hay noches
en las que no puedo dormir.
Juan Eduardo Barrios fue asesinado por la organización Montoneros
el 6 de diciembre de 1977, a los 3 años de edad. Ese mediodía había ido con su
mamá a la sucursal del Banco de la Provincia situada en la calle Caaguazú 3356, en Lanús. La terrorista montonera Estela Inés Oesterheld (“Marcela”), que
circulaba por la zona en un auto conducido por su marido, Raúl Oscar Mórtola (“el
vasco”), se asomó por la ventanilla con
una metralleta y disparó una ráfaga al Cabo 1º Herculano Ojeda, de custodia en
la puerta del banco. Luego bajó del automóvil, le quitó sus armas, derramó una
lata de nafta sobre su cuerpo y le prendió fuego ante las miradas
horrorizadas de los peatones, entre ellos la madre de Juan Eduardo que había
salido de la sucursal bancaria y compraba un helado para su hijito en un kiosko
aledaño. La terrorista subió al automóvil y disparó otra ráfaga que hirió a dos
peatones y mató al niño con un balazo en el estómago.
Arte: Mark Ryden
Arte: Mark Ryden
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