viernes, 28 de febrero de 2025

CORREGIR EL AZAR

 

CORREGIR EL AZAR



Él se demoraba en mis heridas,

el alacrán de raso

(el veneno de seda).

Él me  llenaba el hambre

(ese cofre de piernas sin sosiego)

con la destreza de una lengua sin suturas.



En un nido de ojos enredados,

de crímenes sin puño,

hicimos el  amor

con ladrillos de furia.



Ahora sólo resta

corregir el azar

para que sea azahar

y quede algún perfume

después de haber vivido tan poco cielo juntos.

Después de habernos muerto tanto.








Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)

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