CÁNCER
A Jennifer y Angelo
Cuando ella derramaba en mi boca
sus apetitos, sus sudores, sus vertientes;
cuando ella hacía la vida en mi boca,
hacía la miel, hacía las abejas;
cuando ella se multiplicaba en mi boca
y era todos los horizontes,
todas las brújulas, todos los zodíacos
-una pócima de estrellas que hervía,
un gesto de saliva escaldada-;
cuando ella se expandía en mi boca
como un Universo de uvas y humo,
los pájaros ya bajaban la voz
y empezaban a adelgazarse.
Empezaban a convertirse en una cinta de insomnio
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