INGE
Invisible
“morir
es que no te pregunten nunca”
Inge Müller (1925 – 1966)
Los escombros fueron mi bautismo.
Temprano
dormí con la Muerte.
Con sus labios sucios
tocándome el cuello
y un perro
mordiéndome del lado de la vida.
Con los cadáveres de papá y mamá,
dormí.
Respirando arcilla.
Como si la guerra fuera
un desperezarse de la tierra.
Los escombros me desfloraron.
Fui una virgen trepanada
por las tragedias domésticas.
En un cuarto menguante sin luna
me volví invisible.
Encerrada.
Tocando el acordeón
como quien toca
la cabeza amada del viento,
me volví invisible.
Con los pies enredados
en las serpentinas negras de mis poemas.
Quise morir
como una Jüdin
para sanar el haber nacido
en la trinchera de los que humillan.
Como una Jüdin invisible.
Respiré el hedor del Holocausto
en una pequeña cocina.
Nadie me preguntó jamás si era feliz.
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