CENICIENTA
El zapato
Gonzalo Rojas
Breve como la lengua
de una mariposa
el zapato
acomoda el suspiro del baile
en su garganta de cristal.
Cuando el reloj reviente
en una roja medianoche de ciruelas,
será una copa de sed,
un campanario helado,
una brújula yerma.
Ella arde
debajo de su vestido encendido
con mil velas celestes.
El zapato
merodea su playa de fuego
como una medusa en celo.
Se quedará con su olor
para buscarla,
caracol viudo recitando
el mantra de la espuma,
sabueso de mar desparramando sal
en todas las casas del reino.
El zapato le besa el pie
y ella canta
un canto de rosas y ratones.
Clausura la puerta de las cenizas
y libera
las ventanas del cuerpo.
Todas las historias de amor deberían tener un zapato
delicado como una tacita de porcelana
que sobreviva
a las catástrofes de la rutina.
Arte: Lisa Falzon
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