viernes, 17 de noviembre de 2017

ELLA TENÍA UN PAÑUELO



ELLA TENÍA UN PAÑUELO

A Azucena Villaflor, pionera del Movimiento Madres de Plaza de Mayo, secuestrada y asesinada en diciembre de 1977



Ella tenía un pañuelo.

Se columpiaba en el umbral del aire

para tocar la inocencia de su hijo

-entonces el pañuelo era pañal-.

Se sentaba a la mesa del dolor

a comerse la ausencia de su hijo

-entonces el pañuelo era mantel-.

Se caminaba en un hilo de palomas

para contar a su hijo entre los vivos

-entonces el pañuelo era bandera-.



Ella tenía un pañuelo en la garganta.

Ese pañuelo era su voz,

la quemadura blanca del reclamo.

A veces se soltaba como un pájaro

y volaba detrás  de algún recuerdo

-rodillas nítidas, pedacitos azules de verano,

dos o tres mariposas

enredadas en la túnica del cielo-.

A veces guardaba sus ojos en la lluvia.



Ella tenía un pañuelo.

Con su pañuelo tocó todas las muertes.

Apretó su corazón contra las olas.

Se deshuesó en el mar

-la deshuesaron

los funestos de siempre,

los que sembraron terrorescadáverescenizas,

los  que nunca pudieron abrazar

la ternura de un nido-.



Ahora, nosotros tenemos un pañuelo.




Arte: "¡Basta!", Carlos Terríbili (Museo del Bicentenario)

De "Pan de Agua - Poesía social contemporánea de Bueno Aires", La Luna Que (2017)


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