CORREGIR EL AZAR
Él se demoraba en mis heridas,
el alacrán de raso
(el veneno de seda).
Él me
llenaba el hambre
(ese cofre de piernas sin sosiego)
con la destreza de una lengua sin suturas.
En un nido de ojos enredados,
de crímenes sin puño,
hicimos el
amor
con ladrillos de furia.
Ahora sólo resta
corregir el azar
para que sea azahar
y quede algún perfume
después de haber vivido tan poco cielo juntos.
Después de habernos muerto tanto.
Arte: Tom Bagshaw
Del poemario "Todos los hombres que me amaron", Ediciones Literarte, 2012
Mención de
Honor Poesía II Concurso Internacional de Poesía y Narrativa Libro Digital
“Uniendo fronteras 2011”,
Instituto Cultural Latinoamericano, Junín, Bs. As. (2011)
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