PRIMER POEMA DE OCTUBRE
A mis compañeros de escuela que vuelven, con la luz
Asumo el recuerdo del día que vendrá
y la resaca de los días que perdimos
sin poder acercar nuestras manos.
Asumo el recuerdo de las risas conllevadas
como panes cortados en sueños
-risas que fueron y que vendrán-.
A veces vuelvo los ojos
-mis ojos de gacela enclavada
en el portón de la tarde-
al abecedario perfecto que tuvimos
y ahí está la costura del alba,
la tierna puntada que hilvana
la cabal inocencia-.
Ustedes partieron y me dejaron puesta
la intensidad y la altura,
la fórmula puntual de la memoria.
Yo me puse una casa,
un amor,
una vida,
y este aire de poeta que reniega
de la cintura glacial del almanaque.
Comamos juntos.
Cortemos panes en sueños:
de eso se trata comulgar con la luz.
Y dejemos que el tenedor alegre se detenga
entre la boca y la risa.
La que fue.
La que será.
La que es.
Y lloremos
de tanto volver.
-mis ojos de gacela enclavada
en el portón de la tarde-
al abecedario perfecto que tuvimos
y ahí está la costura del alba,
la tierna puntada que hilvana
la cabal inocencia-.
Ustedes partieron y me dejaron puesta
la intensidad y la altura,
la fórmula puntual de la memoria.
Yo me puse una casa,
un amor,
una vida,
y este aire de poeta que reniega
de la cintura glacial del almanaque.
Comamos juntos.
Cortemos panes en sueños:
de eso se trata comulgar con la luz.
Y dejemos que el tenedor alegre se detenga
entre la boca y la risa.
La que fue.
La que será.
La que es.
Y lloremos
de tanto volver.
Arte: Gesner Armand
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