PRIMER POEMA
Un ángel equilibrista
atravesó en puntas de pie
la hebra de sangre seca que el silencio
tatuó en mi corazón.
Después
convocó a todas las palabras
-las palabras también son criaturas de
Dios-
y la hebra de sangre seca se transformó,
milagrosamente,
en el primer poema.
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