viernes, 31 de julio de 2009

QUÉDATE UN POCO MÁS ENTRE NOSOTROS


QUÉDATE UN POCO MÁS ENTRE NOSOTROS

  
Porque estamos vacíos.

Porque un incendio en los corazones

arrasó el bosque de las palabras

y el silencio que el poeta defendió

terminó convirtiéndose en su mordaza.

Porque alguien despertó al alba

abrazado a una sombra

y el amor fue un puñado de cenizas

que una mano muerta esparció en el viento.

Porque somos tus huérfanos,

y estamos desnudos,

y estamos solos,

sin panes ni peces,

sin parábolas que alivien el luto

que honra los suicidios cotidianos,

los mínimos naufragios

y el derrotero de la sangre ha sido contaminado

con cruces y ataúdes.

Porque la noche ha castrado las gargantas

y nos pesa

la imposibilidad de la plegaria.

A Ti te pedimos

quédate un poco más entre nosotros.  



  

1º Premio Poesía Certamen Literario Premio “Gonzalo Delfino”, Biblioteca Popular “Ricardo Jones Berwyn”, Gaiman, Chubut (2007)



jueves, 30 de julio de 2009

METAMORFOSIS


METAMORFOSIS 


Ninguna metamorfosis me sorprende.

He despertado cada mañana de mi vida

convertido en insecto.



Arte: "Winged Metamorphosis", Lucy  Arnold

Del libro "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007 


miércoles, 29 de julio de 2009

GIRANDO


GIRANDO 



Girando 

como un trompo borracho. 

Como una traza de estrellas sin sosiego. 



La noche se deshace 

cuando danza 

mi vestido de humo. 

Cuando la herida rota 

en su eje de sangre. 

Se deshacen los pájaros que hicimos 

a golpes de palabras y martillos. 



Girando me designo laberinto. 

Él busca la hebra delatora. 

A tientas, 

palpándome el sudor. 

Limando los barrotes de la carne. 

Pero la jaula es demasiado espesa. 



Girando, 

la boca interrumpida. 

Las bestias del insomnio 

pariendo sus pequeñas mortandades.

Para sobrevivirme 

le suelto la mano a la memoria.

Él busca 

pero yo 

me lavé su dolor con un relámpago.




Arte: "Rectopathic", Crystal Wall Lancaster


domingo, 26 de julio de 2009

DESVELO



DESVELO



Los ojos abiertos de la vigilia

clavados en el cielorraso de mi alma,

escrutando las sombras que me habitan,

a la espera de un amanecer

que no llegará nunca.



Arte: Elizabeth Caffey

Del libro "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007 

sábado, 25 de julio de 2009

CYN


CYN 

A Cynthia Powell 



Siempre pensé que las chicas rubias eran tontas 

y vos eras la más tonta de todas 

porque habías perdido el tren. 

Te imaginaba tomando té inglés 

-té de verdad- 

y haciendo inútiles esfuerzos por parecerte a Brigitte Bardot, 

arropada en la ausencia, 

mientras la vida pasada  a tu lado 

sin rozarte. 



Te veo con otros ojos hoy, 

con los ojos del exilio. 

Mujercita sin ritos 

-una Brigitte saqueada 

entreabriendo la caja de las sombras- 

expulsada del cielo con diamantes, 

aprehendida por el pan indivisible 

que se mastica a solas,

sin poder mirar la luz de frente, 

bordando con el hilo de tus días 

el siniestro tapiz del abandono, 

mientras la lluvia 

-la lluvia de verdad, la lluvia inglesa- 

le lavaba los ojos al otoño. 

Mujercita dorada 

con la soga del llanto apretándote el cuello, 

contenida 

en la cueva falaz de la memoria, 

sepultada 

en un jardín ignoto que no advierte 

el linaje del alba.

  


¿Cómo entender la red paciente de tus manos 

pretendiendo atrapar mares inmensos 

que se escurrieron, sin más, entre tus dedos, 

antes de ser la pescadora inútil 

que arrastra su pasión entre los muelles? 



Otra taza de té 

y la vida insiste 

en pasar a mi lado sin rozarme.



Las chicas morochas 

también perdemos el tren. 




Fotgrafía: Cynthia Powell y John Lennon


miércoles, 22 de julio de 2009

LA VIDA EN SEPIA


LA VIDA EN SEPIA

“El ómnibus se ha ido
el amor se ha vencido
quise quedarme pero me fui.
Filosofía barata y zapatos de goma
quizás es todo lo que te di”.
Charly García



Una vez amé a un hombre.

Lo amé

como se aman las madrugadas

y los blandos hocicos de los perros viejos,

esos que se echan a nuestros pies

cuando nos acurrucamos

en un recodo del invierno.

Lo amé

como se aman las sobremesas de los domingos,

con sus doradas cortezas de pan

pellizcadas al descuido,

como se ama el olor lejano a tiza y sudor

asaltando las aulas del tedio.



Una vez amé a un hombre.

Lo amé

como se aman las figuritas con brillantina

cuando se tienen diez años

y los ramos de rosas

cuando se tienen quince.

Lo amé

como se aman esos libros que releemos

una y mil veces,

esos libros cuyos párrafos memorizamos,

casi sin querer,

y giran como aspas de molinos

en nuestra ilusión desvanecida

cuando se nos rompe

el sueño de una noche de verano

y nuestra vida se convierte

en la comedia de las equivocaciones.



Ese hombre me abandonó.

Como se abandonan los zapatos viejos,

diría Sabina,

y ni siquiera tuvo la delicadeza

de tirarme dos besos,

o uno.

Por lo menos uno.



No necesito quinientas noches para olvidarlo.

Me basta una noche eterna

y una vida

que jamás volverá a ser la misma.



La vida en sepia,

cantaría una Édith Piaf

más desencantada que nunca.




Arte: Mónica Fernández



domingo, 19 de julio de 2009

PRIMER POEMA


PRIMER POEMA


Un ángel equilibrista

atravesó en puntas de pie

la hebra de sangre seca que el silencio

tatuó en mi corazón.

Después

convocó a todas las palabras

-las palabras también son criaturas de Dios-

y la hebra de sangre seca se transformó,

milagrosamente,

en el primer poema.



Arte: “Angel and Village”, Julie-Ann Bowden 

 Del libro "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007 

 

domingo, 12 de julio de 2009

EL PROSCRIPTO


EL PROSCRIPTO  



Chocante,

copioso.

Categórico como el ala del cuervo 

(rapaz). 

Tu cuerpo es un segmento del crepúsculo.

La sombra empuja

el torso desnudo de alma.



Todos los proscriptos hablan

el lenguaje del alcohol.

Hay que olvidarse de la poesía

para encontrarla

en el fondo de la botella.  



El gusano somete.

(¿De cuántas vidas está hecho el final?)

La usanza de la muerte

trastorna

el honesto deseo de futuro.

El tuyo.   



Baudelaire sabía.

La fiera simetría del poeta

vaticinó el dulce abandono de las formas: 

a nosotros no nos importa nada.  



Los que traficamos con la palabra

los que vendemos

brazos flacos y dogmas indecentes

(los desarreglados)

besamos

(hocicamos como bichos enfermizos)

tu collar de espantos.




Arte: "The Raven", RufusKrieger

Del poemario "La antigua enfermedad del otoño", Ediciones de la Iguana, 2011

lunes, 6 de julio de 2009

ENTREMORIR


ENTREMORIR



La afonía me sujeta el cuello.

Los signos se extinguen.

Arrinconada por un silencio espeso

sufro el ultraje

de los antiguos versos retomados.



Cuánto vacío en las palabras.

Cuántos pretextos en ese beso

que me pudrió la boca.



Corro

aturdida por la hoguera

detrás de un ataúd

que se pega a tu cuerpo.

Debajo de mis uñas avanza  la piel rota.



Tengo diecisiete años.

Y ya soy vieja.