domingo, 28 de diciembre de 2008

CONDENA


CONDENA

Vagar eternamente
por la cornisa del poema,
siempre con el vértigo a cuestas,
siempre un minuto antes
de saltar al vacío.




Del poemario "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007 

3º Premio Poesía  XXI Concurso Literario Ciudad de Lobos "Miriam Miguens”Emisora EL 10 Lobos, Lobos, Bs. As. (2006)

miércoles, 24 de diciembre de 2008

COSTUMBRE


COSTUMBRE 


Me ganó la costumbre. 

Me acostumbré 

a no explayar el mapa del futuro 

sobre un lecho revuelto de sudores 

y promesas radiantes 

y a no mentirle lluvias a un paraguas 

que espera, receloso, 

en un armario donde aguza el tedio 

su oído desacompasado. 

Me acostumbré 

a descalzar mis huellas 

de perra seguidora de tu celo 

en el umbral de un ayer que he clausurado 

con mil y una noches de mutismo, 

a no gastarme en tus laberintos, 

a no claudicar ante la espesa 

saliva de tu asombro. 

Me acostumbré a olvidarte. 

A no dejar la piel en el recuerdo. 

Evaporé mi llanto con un rito 

de hojarasca e incienso. 

Y dejé de buscarte en las guaridas 

donde la araña trenza 

una promesa abierta de futuro. 

Y dejé de buscarme en los espejos, 

una muñeca rota 

cancelando sus deudas con la nada.




Arte: "The Key to Wonderland", Christian Schloe



domingo, 21 de diciembre de 2008

DAMA DRAMA / VALERIA RATTI



DAMA DRAMA

A Raquel...

La que se abraza al silencio

florece y marchita

en cada verso.

Habla con sus fantasmas

saca de los cajones

sus miedos. 

Desnuda el alma

en cada verso

se entrega entera

ama

extingue incendios

con las lágrimas.

Muere y renace

un poco

en cada poema.


VALERIA RATTI




Arte: "Dama Drama II", Nicoletta Tomas Caravia


viernes, 19 de diciembre de 2008

DAMA DRAMA


DAMA DRAMA 
 

  
 Algunas veces se me va la mano. 

Me retuerzo como a un pañuelo empapado 

y de cada poro de mi piel 

brota una lágrima, 

tajante, filosa, 

de esas que me cortan la voz 

y me escinden el canto. 

Camino el escenario de mi drama 

de punta a punta,


revoleando los ojos y las penas, 

con el porte de una primera actriz 

que conoce al dedillo 

su papel de víctima perpetua. 

No es que no sufra, no; 

claro que sufro, 

me muerdo la alegría 

con la más pura de las ferocidades 

y no sé domesticar al desconsuelo 

que ladra en los principios 

de mi sangre aterrada. 

Pero yo sufro a lo Chavela Vargas...


   
 Algunas veces se me va la mano. 

me escribo algún libreto con saliva, 

con llanto, 

con urgencias, 

y lo interpreto con honda violencia, 

bordando mi ceguera, 

mientras la rabia corre, 

tan libre como el vino, 

por la soberbia viña de mi espalda.
  




Arte: "Dama Drama", Nicoletta Tomas Caravia



martes, 16 de diciembre de 2008

ACERCATE


ACERCATE
 
 
A Claudia Isabel
 
 
 
Acercate.
 
Acercate a Aejandra
 
de otra manera.
 
Ella te está mirando
 
desde la alcantarilla
 
con la misma mirada que a los quince
 
se escondía a fumar
 
en los baños del ENSPA,
 
pero no quiere que te pulverices.
 
Los seres humanos no somos rosas,
 
aunque tengamos espinas.
 
 
 
Acercate despacito,
 
a la más desnuda del bosque;
 
los ciervos tienen ojos líquidos
 
cargados de presagios,
 
pero son asustadizos
 
y el bosque es tan espeso,
 
no vaya a ser que la espantes.
 
 
 
Acercate a esa Alejandra
 
que sabía
 
lo que casi nunca queremos saber
 
e hilvanaba palabras
 
con la destreza
 
de la costurera del reino.
 
 
 
Acercate a la niñita de tiza rosa
 
dibujada en el muro,
 
pero hacelo sin lágrimas;
 
la sal no sala y el azúcar no endulza
 
pero el llanto moja,
 
despinta, desvive, desanda, desarma.
 
 
 
Alguien que la conoció
 
más que vos y que yo
 
(no me preguntes quién,
 
sabés que mi disco rígido es inútil
 
para almacenar ciertos datos:
 
me paso tardes enteras
 
tratando de memorizar mi nombre,
 
el chico tiene piojos y yo no me doy cuenta,
 
y no sé en que lánguida esquina
 
dejé olvidado a mi último amante)
 
dijo que jamás se había cruzado con alguien
 
que deseara tanto vivir.
 
Vivir.
 
 


 Acercate a Alejandra desde la vida.
 
Prendele una velita al Ángel de la Palabra.
 
Y después, si querés,
 
pulverizamos rosas juntas.
 

 
(Hay historias de amor que se cierran
 
como abanicos
 
pero vos y yo sabemos
 
que los abanicos son mágicos
 
y vuelven a abrirse
 
cuando uno menos lo espera).
 
 
 
 

 Arte: "In, Like, My Humble Opinión", Shannon Bonatakis


domingo, 14 de diciembre de 2008

OJOS QUE MIRAN AL CIELO


OJOS QUE MIRAN AL CIELO

“...y en la estatua el prodigio de un retrato
porque la soledad tiene ese rostro...”
Pablo Neruda

  
Sobre hierático altar

se yergue altivo

el moai*.

Monolítico falo horadando

los muslos de la noche,

no es dios y no es demonio;

es espíritu, es piedra,

es poema tallado diestramente

en la ceniza que el tiempo tornó roca,

entraña otrora del volcán dormido.

Es rostro vivo de ojos poderosos,

coral y escoria roja;

ojos que vuelve al cielo de la isla,

sabrosa pulpa de un fruto celeste;

ojos que vuelve al semblante de los hijos

que engendró su linaje

en una inefable vigilia donde se eterniza,

detrás de su máscara impasible,

su inclaudicable don de protector

del pueblo rapanui.




*Figuras antropomorfas talladas en piedra, exclusivas de la sociedad rapanui. Representan a los antepasados muertos.


Fotografía: Ahu Akivi
 

Poema publicado en el Cuadernillo del Taller Literario del "Centro Cultural Alejandra Pizarnik", 2006 

    

domingo, 7 de diciembre de 2008

SÍMBOLOS TENUES


SÍMBOLOS TENUES



La noche ha tatuado en mi piel

los símbolos tenues del mutismo.

Extinguida la luz de la palabra

me diluyo hasta convertirme en una sombra.

Como restos impunes

de este naufragio urbano

sólo quedan mi desvalida osamenta,

un poema con olor a avecilla espantada

y un fúnebre ramo

de tulipanes negros.



Arte: "Rose", Mark Ryden

Del poemario "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007 


martes, 2 de diciembre de 2008

NUNCA TENDREMOS PARÍS


NUNCA TENDREMOS PARÍS

“El dolor, se dice callando.”
Eduardo Galeano 



Nunca tendremos París. 

No hubo un vestido azul 

ni una promesa, 

y aunque el mundo también se derrumbaba 

-se viene derrumbando desde siempre, 

desde que Dios optó por distraerse 

enumerando estrellas- 

no supimos amarnos. 



Nunca tendremos París, 

pero yo tengo el llanto, 

la hembra que me habita y que suicido 

ayunando tu piel cada mañana, 

las ojeras colgadas del espejo, 

el tabaco escociéndome la boca 

y esta tristeza dulce que no puedo 

explicar con palabras.



Nunca tendremos París, 

pero yo me emborracho por la tarde 

cada viernes de mayo, 

cuando se rompe el viento 

y no consigo 

soportar el otoño 

y le retuerzo el cuello displicente 

a mi  ángel de la guarda 

y escribo algunos versos anodinos, 

y callo, siempre callo, 

porque el dolor se dice con silencio 

y el lenguaje 

no sabe de cielos de París, 

de vestidos azules y promesas, 

ni de  recuerdos que jamás tendremos.






Arte: "Paris Love", Leonid Afremov